En términos de presencia militar extranjera o de circulación de armamento, la competencia «sniper frontier» en Venezuela no representa una acción militar de relevancia. Rusia está demostrando su creciente presencia política y militar en América mediante la utilización de territorio venezolano. El 02SEP21, a propósito de los eventos de premiación y cierre de los juegos militares que por séptimo y consecutivo año organizó Rusia, tuvo lugar un primer encuentro con vistas a los Army Games ArMI-2022, en el cual habrían participado representantes de más de cuatro decenas de gobiernos. El régimen chavista se hizo representar por la almirante Érika Vírgüez, viceministra de servicios del Ministerio de la Defensa. En esa ocasión el ministerio de Defensa ruso anunció que dos docenas de países habían dejado saber su disposición para alojar alguna de las competencias de las llamadas “olimpiadas militares rusas”.
El 24DIC21, el MinDefensa ruso informó sobre la primera reunión de coordinación para los ArMI-2022 en la cual participaron representantes militares de 40 gobiernos quienes recibieron información sobre la distribución de las sedes de las competencias por países. Según la fuente oficial rusa, el representante venezolano que participó vía videoconferencia, presentó a Venezuela como candidato para ser anfitrión de alguna de las competencias. Posteriormente, el ministerio de Defensa del régimen chavista fue notificado por Moscú sobre su designación como sede de la actividad denominada “sniper frontier”. Se trata de una competencia individual y en equipo en la cual se evalúa la destreza de tiro utilizando rifles de francotirador, pistolas y rifles Kalasnikov. La versión 2021 tuvo como sede a Vietnam. La segunda reunión internacional preparatoria para los ArMI-2022 ocurrió el 22ABR22 en las cercanías de Moscú, cuando la invasión rusa a Ucrania ya llevaba dos meses, dejando ver la relevancia política que para el régimen de Vladimir Putin posee la cita internacional.
La primera reunión de coordinación interna en Venezuela se produjo el 16MAR22. Para la versión 2022 de los juegos militares organizados por Rusia, los militares chavistas no sólo se disponen a participar en las competencias en los diversos países sedes, sino que esta vez serán anfitriones. Instalaciones militares en el Fuerte Terepaima, en las cercanías de Cabudare al occidente del país, estarían siendo habilitadas para recibir a los militares participantes y para adelantar las pruebas. La competencia recibirá por lo menos una decena de equipos participantes. En términos de presencia militar extranjera o de circulación de armamento, la competencia “sniper frontier” en Venezuela no representa una acción militar de relevancia. Pero el hecho de que Rusia se permita organizar en Suramérica parte de sus “olimpiadas militares” evidencia el grado de penetración política rusa en la región.
Las presiones ejercidas por diversos actores, desde empresas petroleras hasta altos jerarcas del régimen chavista, sobre los gobiernos de Donald Trump y Joe Biden para aliviar las sanciones al régimen chavista han cambiado de temática. Durante el gobierno Trump el argumento a favor del regreso de las petroleras a Venezuela fue el de impedir que la infraestructura de estas compañías terminara en manos de Rusia o China. Ese argumento, asumido incluso por el entonces secretario de Estado Mike Pompeo, sirvió de base política para las periódicas renovaciones de la licencia mediante la cual el Departamento de Tesoro, de Trump y de Biden, permite que la petrolera Chevron y las empresas de ingeniería Halliburton Co, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford International mantengan abiertas sus oficinas en Venezuela, aunque sin participar en actividades exploratorias o de producción. A raíz del viaje de Juan González, Asistente Especial presidencial y Director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, el 05MAR22 a Caracas y su reunión nocturna en el Palacio de Miraflores, el argumento del lobby en Washington a favor de aliviar las sanciones económicas al régimen y las personales a algunos altos jerarcas, comenzó a ser justificada como pasos para forzar negociaciones entre Maduro y la oposición y, para aliviar la presión que sobre el mercado petrolero europeo está causando la invasión rusa a Ucrania.
Pareciera que el tema actual para presionar a la Casa Blanca a favor del régimen chavista es el de la liberación de once estadounidenses, algunos de origen venezolano, que permanecen en cárceles en Venezuela procesados o condenados bajo acusaciones de dudosa legalidad. Nicolás Maduro, formado políticamente en Cuba, practica el mismo esquema de la dictadura cubana al utilizar presos como activos para la negociación internacional.