Un 10 de abril de 1919 fue asesinado Emiliano Zapata

El jefe del Ejército Libertador del Sur fue asesinado el 10 de abril de 1919 en la Hacienda de Chinameca, después de una intensa planeación por parte de sus enemigos. Emiliano Zapata, conocido como El Caudillo del Sur, fue uno de los grandes símbolos de la resistencia campesina durante la Revolución Mexicana. Murió en 1919 durante una emboscada militar, donde fue asesinado luego de una larga persecución por parte de los constitucionalistas, quienes se enfrentaron al magnífico sistema de espionaje y el gran conocimiento del terreno del ejército sureño.

Las fuerzas militares de González ocupaban los principales puntos del estado de Morelos, cuando surgió la oportunidad de emboscar al Caudillo del Sur. Para lograr la emboscada, el jefe de la división de Oriente hizo circular la noticia de que el coronel Jesús M. Guajardo había recibido una fuerte amonestación de su parte, para que el incidente llegara a oídos de Zapata, quien en ocasiones anteriores había ofrecido a militares enemigos desertar y unirse a su bando.

Emiliano Zapata llegó montando un magnífico caballo que le obsequió Guajardo, acompañado de Gil Muñoz, Zeferino Ortega, Jesús Capistrán y su escolta. Fue recibido por falsos oficiales de tropa, quienes tenían instrucciones de dar la señal para abrir fuego contra él y así, al primer toque del clarín, abatieron al revolucionario y su comitiva.

Cuando Zapata cayó, su cuerpo fue inmediatamente levantado por soldados del 50 Regimiento. Mientras tanto, en el interior de la casa, Guajardo y el capitán Salgado tomaban cerveza, acompañados de los tres jefes zapatistas que murieron en combate luego de descubrir lo que estaba pasando. Emiliano Zapata fue sepultado el 12 de abril de 1919 en el Panteón de la ciudad de Cuautla, Morelos. Estuvieron presentes Pablo González, el autor intelectual de su homicidio, así como numerosos oficiales y gente del pueblo.