Texas intenta obligar a las escuelas a enseñar los 10 mandamientos

Estados Unidos fue fundado con el principio de la separación entre la Iglesia y el Estado. Está en la Constitución. Sin embargo, en Texas parece que esto no es tan importante y su senado acaba de aprobar una propuesta ley que obliga a las escuelas públicas a exponer los diez mandamientos cristianos en cada una de las aulas de clase. 

Esta propuesta entraría en vigor durante el próximo año escolar si es aprobada por la Cámara de Representantes. Se une a la ley de 2021 que obliga a las escuelas a utilizar letreros con la frase “En Dios creemos” (In God We Trust, en inglés). Phil King, senador del estado, impulsó esta propuesta.

El republicano argumenta que los diez mandamientos son parte de la “herencia estadounidense” y que esta legislación le recordará a los estudiantes texanos la importancia de la fundación de Estados Unidos.  Además, el senado de Texas también aprobó una propuesta de ley que permitiría a las escuelas públicas y de financiación mixta, conocidas en inglés como charter, otorgar un tiempo especial para que los estudiantes y empleados de lugar puedan rezar, leer la biblia y otros textos religiosos

De acuerdo a Tribune, de Texas, estas leyes son el más reciente intento de los republicanos del estado para introducir la religión en las escuelas públicas. El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, ha mostrado su apoyo a ambas leyes y las clasificó de victorias para la libertad religiosa: “Traer los diez mandamientos y los rezos a nuestras escuelas harán que nuestros estudiantes sean mejores texanos”, afirmó.

Los defensores de los proyectos de ley argumentan que de ser llevadas al máximo tribunal del país, estas resistirán un posible desafío constitucional, ya que hay antecedentes que la respalden.  La Corte Suprema dictaminó el año pasado que un entrenador de fútbol americano de la escuela secundaria del estado de Washington podría rezar en los partidos de fútbol.

El consejero general de la Comisión de Vida Cristiana de los Bautistas de Texas, John Litzler,  le argumentó al Senado que su organización se opone a que el dinero de los contribuyentes se use en textos religiosos y educación religiosa. 

“Debería tener el derecho de presentarle a mi hija los conceptos de adulterio y codiciar al cónyuge”, afirmó Litzler en una audiencia del comité. “No debería ser una de las primeras cosas que aprende a leer en su clase de jardín de infantes”.

Los proyectos de ley enfrentan un futuro incierto en la Cámara de Texas, donde los legisladores acaban de aprobar una legislación que prohibiría los libros “sexualmente explícitos” de las bibliotecas escolares y requeriría el consentimiento de los padres para los libros “sexualmente relevantes”