Frenar por completo el avance del progresismo en las escuelas es un objetivo que las autoridades de Florida persiguen desde hace tiempo. Por este motivo, la Cámara de Representantes presentó un proyecto de ley para restringir el uso de pronombres de género en las aulas. Lo que se plantea es que el sexo se defina como la división de los individuos «basada en su función reproductiva», no en la idea abstracta que una persona tenga sobre este.
En ocho páginas, el proyecto de ley HB 1223, la Cámara baja de Florida establece medidas para evitar la infiltración de la ideología de género en menores de edad. En otros estados, como California, pasa todo lo contrario y esas premisas ganan cada vez más terreno. Los libros sobre transexualidad para niños en edad preescolar.son pruebas de eso.
Sin embargo, en el estado gobernado por el republicano Ron DeSantis es diferente. No solo firmó el año pasado un proyecto de ley para enseñar a los estudiantes de secundaria «los males del comunismo y de las ideas totalitarias», también puso coto a Disney, la compañía de productos infantiles y defensora acérrima del progresismo estadounidense, cuando esta se pronunció sobre una ley firmada el año pasado que prohibió tratar temas de supuesta educación sexual cuando la edad de los niños no es la adecuada.
En resumen, el proyecto de ley ordenaría que el sexo de una persona «es un rasgo biológico inmutable» y «es falso atribuir un pronombre que no corresponde a su sexo».
Puede que, en efecto, la enorme maquinaria de empresas como Disney y organizaciones independientes busque instalar ideas progresistas en los hogares, disimuladas como una supuesta inclusión que no hace más que reportar millones de dólares en ganancias. Sin embargo, en el estado republicano sus congresistas y funcionarios quieren proteger a los niños.
Mientras que la primera disposición regula el uso de los pronombres, la segunda disposición del proyecto de ley propone que los contratistas o empleados de instituciones educativas en el estado «no pueden usar sus pronombres si no se correlacionan con su sexo asignado al nacer».
El proyecto también modificaría el nivel de estudio a partir del cual un menor de edad puede recibir lecciones sobre identidad de género y sexualidad. Es decir, de tercer grado pasaría a octavo. «Este proyecto de ley promueve los derechos de los padres, la transparencia y los estándares estatales en las escuelas de Florida. Requiere que las lecciones para los estudiantes de Florida sean apropiadas para su edad, centradas en la educación y libres de sexualización y adoctrinamiento», declaró el congresista Adam Anderson.