Selva de Amazonia: Entre el narcotráfico, la impunidad y la tragedia ambiental

Con una población de 6.300 personas en 26 pueblos, 19 de los cuales están completamente aislados, la región ha sufrido en los últimos años un aumento de la criminalidad por el narcotráfico y la presencia de organizaciones ilegales de pesca, minería, caza y madera que operan en las tierras protegidas. Ha sido calificada como «una selva bastante peligrosa». Y no solo para quien la visita, sino también para los pueblos indígenas, que han enfrentado crecientes amenazas e invasiones de grupos criminales.

El narcotráfico lleva décadas prosperando en la selva amazónica, pero recientemente ha tenido un crecimiento sustancial. Cada vez más criminales organizados y armados se aprovechan de la zona. «El bosque, por su naturaleza, siempre fue un sitio privilegiado para el narcotráfico. Permite camuflar la droga fácilmente», dijo el geógrafo Aiala Colares, investigador especializado en la Amazonía en la ONG Foro Brasileño de Seguridad Pública.

Asesinados por intentar salvar la selva

El periodista inglés Dom Phillips y el indigenista brasileño Bruno Pereira penetraron, por segunda vez, en la remota selva del Valle del Javari para trabajar en un proyecto de defensa de la Amazonía. Partieron en bote el 2 de junio desde Atalaia do Norte, un municipio tranquilo en la confluencia de los ríos Itaquai y Javari. Planeaban regresar a los tres días, pero nunca volvieron. Las informaciones oficiales indican que cuando retornaban pescadores ilegales les dispararon y enterraron los dos cadáveres en el bosque.

En 2018, cuando Pereira, en ese entonces director del programa para tribus aisladas de la agencia gubernamental de asuntos indígenas de Brasil (FUNAI), se interesó en el proyecto de salvación de la Amazonía. Invitó al periodista Phillips a cubrir para The Guardian una intensa expedición de 17 días en la selva tropical. Su objetivo era mapear las tierras ocupadas por una tribu no contactada, para tratar de evitar conflictos con otras etnias.

Al tomar el cargo de presidente Jair Bolsonaro en 2019, Pereira dejó de trabajar en FUNAI por desencuentros con sus superiores. Pronto encontró un nuevo trabajo en un grupo de derechos indígenas llamado UNIVAJA entrenando a voluntarios indígenas en el patrullaje del Valle del Javari. Numerosos estudios afirman que preservar esta tierra indígena, una de las más extensas de Brasil, es clave para proteger la Amazonía y ayudar en el intento de frenar el cambio climático.

A Pereira el proyecto le valió cientos de amenazas de muerte. En paralelo, Phillips trabajaba en el libro How to save the Amazon (Cómo salvar la Amazonía). Una guía destinada sobre las formas prácticas de proteger la gran selva tropical de Suramérica

Atalaia do Norte, la ciudad donde tenía su base la expedición de Phillips y Pereira, tiene el tercer peor índice de desarrollo humano de Brasil, según el último censo.