Congresistas reviven plan que, de ser aprobado, permitiría redistribuir miles de residencias permanentes que no se utilizaron en los últimos 30 años y de esa manera aliviar la espera en el Boletín de Visas, donde algunos familiares no inmediatos aguardan hasta 30 años para poder viajar a Estados Unidos y recibir la tarjeta verde. Un grupo de congresistas demócratas presentó ante el Comité de Asignaciones para el año fiscal 2023 una iniciativa de ley que, de ser aprobada por el pleno de ambas cámaras del Congreso, rescataría miles de residencias (green cards) no utilizadas en las últimas tres décadas.
El objetivo del plan es descongestionar la larga fila de extranjeros que aguardan el ajuste de estatus ya sea por familia o empleador, cuyo avance está regulado por el Boletín de Visas del Departamento de Estado. También depende de la agilidad en el procesamiento de solicitudes por parte del servicio de inmigración, que a finales de diciembre del año pasado tenía casi 1.7 millones de solicitudes pendientes, de acuerdo con su base de datos.
De qué se trata
La propuesta, elaborada por la congresista Grace Meng (demócrata por Nueva York), recomienda incluirla como enmienda dentro del plan de gastos del año próximo. Fue aprobada por el comité de Asignaciones con 32 votos a favor y 25 en contra. El plan busca rescatar miles de tarjetas verdes de las cuotas de los últimos 30 años autorizadas por el Congreso, y que no han sido asignadas y se pierden al finalizar cada año fiscal. La Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS), agencia encargada de administrar la cuota anual de residencias y visas, tiene más de 9 millones de casos acumulados, entre ellos la residencia legal permanente (LPR).
La enmienda de Meng también contempla todas aquellas visas disponibles para extranjeros a quienes no se les permitió ingresar al país debido a las prohibiciones de viaje del gobierno anterior en el marco de la política migratoria de ‘tolerancia cero’.