Precios de viviendas con alza de tasas y el desplome en las ventas

Después de más de 13 meses de pronunciados descensos consecutivos en las ventas de viviendas nuevas y de uso en Estados Unidos (EEUU), con la excepción de mayo de este año en el caso de las propiedades recién construidas, muchos se cuestionan por qué los precios no han caído con el mismo ritmo. En junio, las ventas de casas nuevas cayeron más de lo esperado, un 2,5%. Había en existencia 432.000 inmuebles recién construidos.

Las ventas de viviendas previamente ocupadas se desplomaron en mayo de este año un 20,4% respecto a igual período del anterior y el precio medio nacional registró su mayor caída anual en más de una década a 396.000 dólares. Pero durante el 2022, las ventas mensuales en picada estuvieron -como promedio- por encima del 11%.

En enero de 2023 en Florida, unos de los estados con mayor salud en la industria inmobiliaria, las ventas se desplomaron un 23%. Sin embargo, el precio promedio de las viviendas en el país al cierre de junio era de 410.200 dólares, el segundo valor más alto de todos los tiempos, sólo superado por el costo récord promedio de 413.800 dólares en junio de 2022.

La administración de Joe Biden ha tratado de evitar [por todos los medios] que aflore con mayor fuerza la recesión inmobiliaria que atraviesa Estados Unidos bajo el silencio de analistas, Wall Street, los bancos, el propio sector y las grandes cadenas de prensa de tendencia liberal.

La compraventa de casas usadas en EEUU sufrió en diciembre de 2022 el mayor desplome en 12 años: un 34%. El dato completó 11 meses consecutivos en picada, la racha más extensa de reducción de ventas desde 1999. Ese mismo mes había en el mercado 970.000 viviendas de segunda mano, un 10,2% superior al registrado en igual período de 2021, según la agencia de noticias especializada en temas económicos, Reuters.

Las constantes subidas de las tasas de interés, desde marzo de 2022, por parte de la Reserva Federal condujeron a una recesión inmobiliaria que no da señales de terminar a corto ni mediano plazo; sin el alboroto acostumbrado por las grandes cadenas que tratan de evitar el pánico entre los inversionistas y una agudización de la crítica situación bajo el mandato demócrata.