¿Por qué el asesino confeso de Parkland no es condenado a muerte?

La decisión del juicio de que el asesino confeso de 16 jóvenes estudiantes y un maestro en una escuela secundaria de Florida no debe ser ejecutado ha suscitado preguntas sobre las funciones de ese cuerpo de ciudadanos que no son jueces y la actual norma del estado que requiere un voto unánime para condenar a muerte. A diferencia de otros países, en Estados Unidos un grupo de ciudadanos, dirigidos por un magistrado, conoce los hechos, tienen en cuenta los atenuantes y se pronuncian sobre los mismos: culpable o inocente a partir de los cargos que se imputen al sujeto juzgado.

Acto seguido, en cuestión de días, el juez falla la condena, acorde al veredicto del jurado. En otras palabras, “los hechos son presentados a un grupo representativo del pueblo, que emite un voto en base a su conciencia. Es decir, sin el empleo de ningún material jurídico, ya que la ley es únicamente aplicada por el juez”, declaró el abogado Luis Martínez, del bufete Martinez & Associates.

En otras palabras, Cruz fue hallado culpable de la matanza por razones obvias, pero el jurado tuvo en cuenta “la situación que pudo haber incidido en su comportamiento”, comentó. El jurado tenía dos opciones: muerte o cadena perpetua.

En Florida, los miembros del jurado deben decidir por unanimidad que “la acusación ha probado al menos un factor agravante, por ejemplo, que el asesinato fue especialmente atroz, más allá de toda duda razonable. Luego deben decidir si los factores agravantes superan las circunstancias atenuantes, como el estado emocional o la salud mental del acusado”, explicó.

Ante esta situación, el jurado optó por la cadena perpetua.

“No se trata de un perdón”, subrayó el abogado. “Es la apreciación del jurado, desde la óptica de la conciencia”, recalcó.

El proceso de selección de los integrantes del jurado es aplicado en base a entrevistas que son realizadas por la fiscalía, la defensa y el juez, lo que garantizaría la ausencia de predisposición al caso en cuestión. De hecho, “el proceso judicial mediante jurado constituye la piedra angular de justicia estadounidense”, afirmó el abogado.

El prestigio de los jurados proviene del papel que desempeñaron los Tribunales de Jurados en la lucha por la independencia, como representantes del pueblo, en abierta oposición a los jueces de nombramiento real británico en el siglo XVIII.