Políticos de Miami dicen que el espectáculo Messi, es exclusivo para ricos

Hasta antes de la llegada del campeón mundial argentino, los tickets se conseguían a unos 20 dólares. Ahora ese precio se multiplicó por 20 o más. Las entradas más baratas para el primer partido de Messi contra el Cruz Azul de México fueron puestas a la venta por 280 dólares.

En el condado de Miami vive casi medio millón de personas. El 70% es latino. En Florida, más de 5 millones residentes también se engloban en esa categoría algo difusa que nuclea a mexicanos, cubanos, colombianos, venezolanos, argentinos, hondureños y nicaragüenses, entre otros. Gran parte del colectivo migrante y futbolero se compone de trabajadores. Sobre todo del rubro de servicios.

¿Ese universo tendrá la chance de presenciar un partido protagonizado por Messi en el estadio Drive Pink? Algunos políticos ya empezaron a alertar sobre esa imposibilidad. Y los dueños del Inter, los empresarios y hermanos cubano-americanos Jorge y José Mas, prometieron tomar medidas para evitar que ver a Messi se convierta en un privilegio VIP. Ya sea para habitantes de Miami o turistas con recursos.

«Siento que va a traer una gran cantidad de oportunidades a Miami», se esperanza la comisionada de Miami Sabina Covo. Esta joven colombiana, representante del distrito 2 de la ciudad, sin embargo, pone el dedo en la llaga de los precios. «Me encantaría que las entradas costaran menos porque desafortunadamente no están siendo asequibles para la familia promedio».

Es algo en lo que se tiene que trabajar. Con la gran cantidad de niños que quieren jugar al fútbol y con el Mundial viniendo, espero que pueda traer empleos para las personas que viven aquí y oportunidades para que los niños de todas las edades y de todos los ingresos económicos puedan disfrutar del fútbol», le dice Covo a LPO en el City Hall de Miami.

«Esto va a ser una revolución. Por supuesto que va a impactar en la economía», se ilusiona el cónsul argentino en Miami Leandro Fernández Suárez y agrega desde su oficina ubicada en la avenida Brickell: «El estadio del Inter no tiene capacidad suficiente como para albergar a todos los que quieran ver al mejor jugador del mundo. Ya se está construyendo uno nuevo. La conexión entre Argentina y Miami va a ser mucho más fuerte».

Algo más escéptico, el ex alcalde de Miami Tomás Regalado cree que los dueños del Inter terminarán haciendo un acuerdo con los Dolphins. El equipo de fútbol americano juega de local en el estadio multideportivo Hard Rock, ubicado en el suburbio de Miami Gardens y con capacidad para más de 60 mil personas. «Messi llenaría esos asientos.

Y el precio sería más aceptable. Ahí yo, que no soy futbolero, llevaría a mi nieta para tener la experiencia de ver a una estrella de cerca», afirma el ex alcalde. Tras haber gestionado la ciudad por ocho años, Regalado ahora busca desbancar a Francis Suárez y volver al poder en Miami. Mientras tanto el comisionado de Miami Manolo Reyes es mucho más pesimista. «Lo admiro como futbolista y humano. Pero la llegada de Messi va a crear la imposibilidad de que las personas de bajos ingresos puedan verlo jugar».

Reyes es comisionado desde 2017 por el distrito 4 de Miami, una de las cinco zonas en las que se divide la administración de la ciudad. Los cinco comisionados forman una suerte de cuerpo legislativo que por momentos tiene más poder (aunque menos visibilidad) que el alcalde Suárez. Reyes fue el único comisionado que se opuso a la concesión de terrenos públicos, pegados al aeropuerto, para que el Inter construya su nuevo estadio de fútbol.

«El estadio del Inter es muy pequeño y van a venir personas de otros países a verlo. El ciudadano de a pie va a necesitar dos vidas de trabajo para ver a Messi», se lamenta.

Jorge Mas, en cambio, promete «intentar sujetar» los precios de las entradas. El dueño del Inter procura que el de Messi en Miami sea un fenómeno popular y no sólo un lujo exclusivo. «Esta es una ciudad de hombres y mujeres trabajadores. No solo de ricos. Quiero que la afición que está con nosotros desde el principio pueda disfrutar. Las entradas se encarecerán, pero habrá más también», aseguró y planteó que la disparada inicial de los tickets no se sostendrá en el tiempo. «Lo que pasó con las del primer partido es que solo se habían sacado las primeras mil, y subieron en la reventa. No soy fanático del mercado secundario, pero es lo que hay», concluyó el dueño del club e hijo del mítico Jorge Mas Canosa.