Parler, la red social de la ultraderecha de EE.UU que ahora quiere comprar Kanye West

“En un mundo donde las opiniones conservadoras se consideran controvertidas, debemos asegurarnos de tener el derecho a expresarnos libremente”, apunta el cantante. La red social Parler, que goza de popularidad entre la ultraderecha estadounidense y allegados al expresidente Donald Trump, está en el carrito de compras del rapero Kanye West.

El artista de 45 años, que ahora se hace llamar Ye, dijo en un comunicado que quiere comprar Parler para asegurarse de que aquellos con puntos de vista políticos conservadores “tengan derecho a expresarse libremente”. Retirada temporalmente de las tiendas de aplicaciones de Apple y Google el año pasado por no moderar los llamados a la violencia tras el ataque al Capitolio de Estados Unidos por parte de partidarios de Trump, Parler está nuevamente disponible, aunque sigue lejos de competir con gigantes como Facebook o Twitter.

La intención de compra por parte de Ye llega en un momento en que el rapero se enfrenta a acusaciones de racismo y de antisemitismo, que le acarrearon la restricción de sus cuentas en Twitter e Instagram. “Al adquirir Parler, Kanye puede asegurarse de que puede decir lo que quiera”, señalaron Joshua Tucker, codirector del Centro de Medios Sociales y Política (CSMaP) de la Universidad de Nueva York, y Megan Brown, ingeniera de CSMaP, quienes señalaron que poseer una red social puede convertirse ahora “en un símbolo de estatus social” para los multimillonarios.

Con sede en la ciudad de Nashville, la empresa dice ejercer «una fuerza rectora en la lucha contra las grandes tecnologías, el gran gobierno, la censura y la cultura de cancelación». Aunque sus promotores la definen como la plataforma de «la libertad de expresión» precisamente por su política laxa con la moderación de contenidos y aseguran que no va dirigida a un público concreto, Parler ha ganado en los últimos tiempos mucha popularidad entre los conservadores de Estados Unidos, que consideran que redes como Facebook o Twitter vetan sus opiniones y no les permiten expresarse.