Nube artificial para combatir el calentamiento global ?

George Soros, el principal financista del Partido Demócrata que ha liderado la lucha contra el «cambio climático», en su afán por proclamarse salvador del planeta, ahora propone manipular la naturaleza mediante una geoingeniería cuyos riesgos «no se comprenden bien», según han advertido científicos.

El alarmismo climático es el tema que más congrega a los poderosos del mundo. En el afán de proclamarse salvadores del planeta, y por ende de la humanidad, pretenden usar su poder para cambiar incluso los ciclos de la Tierra. Por medio de la geoingeniería, muestran estar dispuestos a manipular la naturaleza misma. En su búsqueda de «soluciones» para el «cambio climático», el multimillonario George Soros, propuso crear una nube artificial que cubra el mundo para enfriarlo. Así pretende mitigar el «calentamiento global».

De acuerdo con los líderes mundiales, el impacto «antropogénico» lo produjo el hombre. Soros acusó abiertamente a la especie humana cuando propuso la geoingeniería como solución. «El círculo polar ártico solía estar aislado del resto del mundo por vientos que soplaban en una dirección predecible, circular y en sentido contrario a las agujas del reloj, pero el cambio climático, provocado por el hombre, rompió este aislamiento», alegó.

Es decir, culpa al ser humano, en su libre albedrío, de haber causado el colapso de los ciclos naturales del planeta. Para «remediarlo», propone manipular los elementos. No es un dato menor que George Soros ha donado millones de dólares a través de Open Society Foundations a grupos climáticos de izquierda.

Pero no todo lo que brilla es oro. Docenas de científicos advierten sobre la peligrosidad de esta tecnología. En 2022 escribieron una carta abierta que dice: «Los riesgos de la geoingeniería solar no se comprenden bien y nunca se pueden conocer por completo. Los impactos variarán según las regiones, y hay incertidumbres en cuanto a los efectos sobre los patrones climáticos, la agricultura y la provisión de las necesidades básicas de alimentos y agua». De hecho, el químico más comúnmente utilizado para sembrar nubes es tóxico y está regulado por la Ley de Agua Limpia (de EE. UU.) como una sustancia peligrosa.

No obstante, no son las voces de estos científicos las que escucha George Soros en su afán de crear una nube que mitigue el calentamiento global. La agenda impuesta desde el Foro Económico Mundial promueve el control de la población civil por medio del dominio del planeta. No una humanidad consciente sino controlada. A fin de cuentas, una de sus proyecciones es «no tendrás nada y serás feliz». Si ellos son dueños de todo, hasta de la atmósfera, obtendrán una humanidad agradecida con su amo. Y sobre todo temerosa de un inminente fin que fue evitado por sus salvadores.