Se establece mediante el sufragio ciudadano, que los funcionarios públicos, son «representantes de la comunidad»; por consecuencia su conducta y proceder deben ser «ejemplos a imitar». En medio de las diferencias de formas y estilos, se generaron hechos desagradables, bochornosos y carentes de todo «sentido comun» en el seno de la alcaldía de la ciudad de Miami, cuando debiera ser éste, un recinto en donde comulguen el diálogo, la templanza, la coherencia y el respeto.
Los comisionados Joe Carollo y Miguel Angel Gabela protagonizaron un hecho lamentable, típico de un solar de barrio, cuyos miembros carecen de diversos tópicos socioculturales; obrando de manera tosca, rústica, que terminan no solo degradando la institucionalidad, sino que ante los ojos del mundo, quedaron como dos patanes, que no creo esten para «representar a nadie».
La Comisión de Miami vivió un momento de tensión la noche del jueves, cuando dos de sus miembros estuvieron a punto de agredirse físicamente durante la primera reunión del año. Se trata de los comisionados Joe Carollo y Miguel Ángel Gabela, quienes protagonizaron una acalorada discusión que terminó con insultos de parte y parte.

Qué pasó en la Comisión
El incidente comenzó cuando la Comisión aprobó por mayoría extender el contrato de la abogada de la Ciudad, Victoria Méndez, por cinco meses más, mientras se busca a un sucesor. Carollo, quien votó a favor de la resolución, le dedicó unas palabras de reconocimiento y despedida a Méndez, lo que provocó la ira de Gabela, quien votó en contra.
«Un montón de gente desagradable, odiosa». Que lo único que saben hacer es odiar. Los ‘8th Street Boys’ y el señor Gabela», dijo Carollo, antes de que su colega lo interrumpiera. «No, no, no. Ahí te equivocas y te voy a interrumpir porque eres un mentiroso«, dijo Gabela. «Eres un mentiroso. Eres un mentiroso. Eres un mentiroso», repetía Gabela mientras Carollo gritaba: «¡No me vas a intimidar!».
«Eres un hombre pequeño», dijo Carollo, lo que ocasionó que Gabela se levantara de su asiento y avanzara hacia Carollo, por lo que tuvo que ser detenido para que regresara a su puesto. Se tiene que mantener las normas básicas de convivencia civilizada, para que las gestiones prosperen y lleguen a acuerdos de entendimentos recíprocos.