Nicaragua: Deforestación ignorada por el régimen de Daniel Ortega

Nicaragua posee la segunda selva tropical más grande del continente americano después de la Amazonia; sin embargo, es uno de los países que pierde sus bosques a uno de los ritmos más acelerados en el mundo ante la indiferencia del régimen de Daniel Ortega y la voraz explotación de las riquezas naturales, una política que, de no ser corregida, en el futuro causará graves consecuencias ambientales en el país. El Caribe nicaragüense constituye la mayor reserva forestal de Centroamérica y la tercera mayor a nivel mundial, es por eso por lo que la Organización de Naciones Unidas para la Educación (UNESCO), ha reconocido dos reservas por su amplia diversidad: La Reserva de Biósfera de Bosawás y la Reserva de Biósfera de Río San Juan, ambas están en peligro, asegura Kenia Gutiérrez, expresionera política, actualmente en el exilio y miembro del Consejo del Movimiento Campesino.

El Movimiento Campesino nació como iniciativa, contra de la amenaza que representa el megaproyecto de construcción del Gran Canal Interoceánico, un fallido acuerdo suscrito entre el régimen de Ortega y su principal impulsor, el empresario chino Wang Jing, aprobado por el Parlamento constituido por mayoría sandinista en junio de 2013. El proyecto, considerado una mega estafa, ha causado daños irreparables a los campesinos cuyas propiedades se ubican en el supuesto corredor canalero. Los campesinos han padecido asesinatos en su población, algunos han ido a parar a la cárcel, otros al exilio por defender sus tierras. Cuatro de sus principales líderes están presos: Medardo Mairena, Freddy Navas y Pedro Mena acusados por el régimen de Ortega de “cometer menoscabo a la integridad nacional en perjuicio del Estado”.

Gutiérrez explicó que el avance de la frontera agrícola, la invasión de colonos —agricultores mestizos— en áreas de reserva, la explotación minera, la extracción sin control de maderas preciosas, la falta de políticas que contribuyan a preservar los bosques, y la falta de programas de reforestación son las causas que propician la destrucción de los bosques en el país.

De acuerdo con datos del organismo ambiental Centro Humboldt, Nicaragua ha perdido más de 3,750, 950 hectáreas de bosque, lo que equivale al 28% del territorio nacional, una situación considerada de extrema gravedad. La tierra destinada a pastizales para ganado aumentó en más de 2, 350.000 hectáreas. Para Víctor Campos, del Centro Humboldt, podría dar “una idea de cómo estamos destruyendo nuestro territorio y nuestros bosques, transformando nuestro país en un enorme potrero”, declaró a Radio Corporación.