Hoy la ciudad floridana resalta en el mapa internacional con una pujante cultura hispánica, un centro financiero internacional y una creciente economía a pesar de adversidades. Julia Tuttle, una agricultora de cítricos, convenció a Henry Flagler, un constructor de carreteras, para extender la Carretera Costera Oriental de Florida hasta la localidad de Miami. El 28 de julio de 1896, Miami obtuvo el título de ciudad con una población de 300 personas. El 14 de septiembre de 1898, unas semanas después de que EEUU y España firmaran un armisticio en la Guerra de Cuba y de que el ejército español capitulase ante el estadounidense en Manila, una meningitis acaba con la vida de una mujer de mediana edad que dejaba un rosario de deudas pero a la que se enterró en un lugar preferente del cementerio de Miami. Era lo justo, pues se la conocía con el apodo de Mother of Miami (madre de Miami) por haber sido prácticamente su fundadora. Se llamaba Julia Tuttle. Miami es hoy una gran ciudad cuya área metropolitana roza los cinco millones y medio de habitantes, algo realmente asombroso porque en 1891 sencillamente no existía; era un territorio boscoso de Florida, habitado desde diez mil años antes, al que Juan Ponce de León llegó en 1531, si bien fue Pedro Menéndez de Avilés quien lo recorrió en 1566 en busca de su hijo, perdido en un naufragio, entablando contacto con los indios tequesta y reclamándolo para España.