La exposición Celia Cruz para siempre se inauguró el pasado 27 de julio de 2023 en el Tower Theatre, ubicado en la Pequeña Habana de Miami, para conmemorar la fecha de la muerte de la artista cubana, ocurrida el 16 de julio de 2003. Al conmemorarse 20 años de la muerte de Celia Cruz, el Tower Theatre, ubicado en la Pequeña Habana, cuenta con un espacio dedicado a la Guarachera del Mundo gracias a «Celia Cruz Forever», una exposición que muestra objetos que pertenecieron a la Reina de la Salsa y que proyecta cómo era en escena y en su vida privada.
Omer Pardillo, que fue el representante de Celia Cruz y hoy dirige una fundación que lleva su nombre, dice a EFE horas antes de la inauguración de la exposición «Celia Cruz Forever» que se trata de un «pequeño museo» con objetos que pertenecieron a la cantante y que muestran como era en escena y en su vida privada. «Yo tuve el gusto de conocer a las dos Celias, la del escenario, la explosión de colores, de música, de una energía vibrante, de una amplia sonrisa, y la otra. Fuera del escenario -dice- no era tan folclórica. Era una mujer que hablaba un tono muy bajo, no le gustaban los escándalos, no le gustaba la bulla».
HUMILDAD, CARISMA Y LEALTAD
Las dos Celias se definen para quien fue su amigo y representante con tres palabras: «humildad, carisma y lealtad». Celia Caridad Cruz Alfonso, su verdadero nombre y no el que aparece en la Wikipedia, dice Pardillo, nació el 21 de octubre de 1921 en Cuba y falleció el 16 de julio de 2003 en EE.UU. víctima de un cáncer.
La cantante cubana, que se exilió en Estados Unidos en 1961 y nunca regresó a su país, ha sido objeto de varios homenajes este mes por los 20 años de su desaparición física. Esta exposición va a ser el broche de oro de las conmemoraciones, pero en 2024 tendrá otro homenaje: US Mint, la Casa de la Moneda de EE.UU., pondrá en circulación un «quarter» (cuarto de dólar) con una representación de su figura y la inscripción «¡Azúcar!», su grito de «guerra».
La exposición se compone de una serie de módulos donde se exhiben objetos y algunos de los característicos atuendos de escenario de la cantante, sus «batas» rumberas de colores brillantes, sus enormes pelucas de tonos imposibles (zanahoria, fucsia, violeta…) y sus zapatos de plataforma, de los que tenía 60 pares, algunos hoy en poder de famosos como Gloria y Emilio Estefan.
En un recorrido con EFE Pardillo muestra su satisfacción por el camerino de Celia Cruz instalado en el segundo piso del teatro, porque allí se ve el lado más íntimo de la popular salsera.
«Hay cosas muy personales, como una imagen de la virgen de la Caridad, la patrona de Cuba, y otra de Montserrat que le regalaron hace muchos años en Barcelona», dice y apunta a otros objetos: su caja de maquillaje, las batas de andar por casa, su perfume desde 1951, Shalimar, y las bolsas de El Corte Inglés que tan útiles le parecían.