Mayra Flores la mexicana que pintó de rojo el bastión demócrata en Texas

La candidata nacida en Tamaulipas conquista un distrito que había sido representado por los demócratas desde hace un siglo. Las pesadillas de los demócratas en Texas tienen el rostro de Mayra Flores. La republicana, nacida en México, conquisto la noche del martes el distrito 34 del Estado en una elección especial para definir un asiento en la cámara de Representantes. Por los próximos siete meses, esta hija de inmigrantes de Tamaulipas representará a una zona fronteriza de mayoría latina que había sido tradicionalmente fiel a los demócratas desde hace más de un siglo y que volverá a disputarse en noviembre. Su victoria ha hecho saltar las alarmas de los militantes del partido del presidente Biden, quienes se enfilan unas elecciones legislativas cuesta arriba por el estado de la economía y la inflación. Los republicanos amenazan con arrebatar el Congreso. ¿Es el triunfo de Flores una muestra de lo que llegará en los comicios intermedios?.

El asiento por el distrito 34, que representa el Valle del Río Grande, había quedado desierto en marzo cuando el congresista demócrata Filemon Vela abandonó el Congreso para saltar a la firma de lobby Akin Gump. Este martes se llevó a cabo la elección para sustituirlo. Flores, de 36 años, había iniciado su campaña asegurando que era una David dispuesta a dar la batalla contra Goliat, los demócratas, quienes dominaban con tranquilidad la región. Ese dominio acabó en la noche del martes. Flores conquistó el escaño con el 51% de los votos, 14.700 sufragios frente a los 12.500 de su rival, Dan Sanchez. Biden había ganado ese distrito por una diferencia de 4%. Uno de sus votantes fue Elon Musk, el multimillonario dueño de Tesla, quien asegura haber votado por primera vez por un republicano. “Gigantesca ola roja en 2022″, tuiteó el empresario.

Nacida en Burgos, un municipio al noroeste de Tamaulipas, Flores se convertirá en la primera mujer mexicana que llega al Congreso. Arribó a Estados Unidos con seis años. Lo hizo “legalmente”, según deja claro en su página de la campaña. Su vida temprana es similar a la de millones de mexicanos que migran al norte con la esperanza de una mejor vida. Sus padres eran migrantes trabajadores que laboraban en campos de algodón de Memphis, Texas. “Su padre le dio a su familia el más grande regalo, el de convertirse en una orgullosa ciudadana naturalizada de Estados Unidos”, indica su biografía oficial. Esta insiste poco después en la misma idea. “Está eternamente agradecida a sus padres por darle la oportunidad de venir a este increíble país a vivir el sueño americano”.

A lo largo de la campaña, Flores, quien antes de saltar a la política era una especie de técnica en cuidados respiratorios, subrayó la importancia de sus valores católicos conservadores. Se opone al aborto, está en favor de las armas y ha hecho campaña junto a su esposo, un agente de la Patrulla Fronteriza. Ha asegurado que la frontera con México está “bajo ataque” gracias a la política migratoria de Biden y de la cúpula demócrata de Washington como Nancy Pelosi, a quien culpa de arruinar a las comunidades locales con una espiral de gasto “digna de un marinero borracho”. Flores cuenta con el apoyo de los republicanos más importantes del Estado, entre ellos el gobernador Greg Abbott y el senador Ted Cruz.