La primera Luna llena del otoño boreal recorrió la bóveda celeste alineada con Júpiter y Marte, un fenómeno que inauguró una de las mejores épocas del año. La llamada Luna del Cazador pudo verse el domingo en varias ciudades del este y centro de EEUU. Esta imagen se tomó en Monumento a Washington, en la capital estadounidense. La de este domingo recibió el nombre de la ‘Luna del cazador’ porque tradicionalmente servía de aviso para los campesinos de que el invierno estaba próximo y era importante cazar para guardar provisiones antes de la llegada del frío. La luna llena facilitaba la caza con su luz.
Pero la particularidad de la ‘Luna del cazador’ es que no está necesariamente vinculada al mes sino al equinoccio de otoño, que este año fue el 22 de septiembre, explica la publicación The Old Farmer’s Almanac. Cuando el perigeo coincide con la Luna llena, el espectáculo está asegurado para el observador terrestre. Entonces la Luna luce hasta 14% más grande y 30% más brillante que en el apogeo, un fenómeno conocido popularmente como superluna, término acuñado por el astrólogo Richard Nolle en 1979 y utilizado de manera informal en la actualidad por instituciones como el Real Observatorio de Greenwich y la NASA.
Y aunque la Luna de cazador de este fin de semana no fue una superluna (habrá que esperar hasta agosto de 2023 para ver la próxima), es probable que el misticismo que rodea a las lunas de octubre obedezca al escenario inmejorable que ofrece el otoño para observar el cielo nocturno, con noches cada vez más largas y despejadas y un clima templado previo a la severidad del invierno.