Por diferentes causas, grandes cantidades de cocaína terminan en las costas de Estados Unidos cada año, en especial en los Cayos de Florida, lo que de alguna manera puede impactar en la fauna marina. Con un titular que causa sensación e incredulidad, Cocaine Sharks (tiburones cocaína), un documental de Discovery TV analiza si estos ejemplares podrían sentirse atraídos por los fardos de droga vertidos en el agua. “Hay mucha legitimidad en este titular clickbait”, adelantó una ingeniera medioambiental que participó en la investigación, misma que forma parte de Semana del Tiburón de la televisora.
El título podría recordar a Cocaine Bear, una película de 2023 en la que se cuenta la historia de un oso que consumió cocaína en 1985. Sobre esta nueva producción, Tracy Fanara, ingeniera medioambiental que participó en los experimentos que se filmaron en Key West para Cocaine Sharks, adelantó la premisa: si los fardos de cocaína siguen la corriente, al igual que los peces y tiburones, es probable que estos entren en contacto con la droga.
Para comprobarlo, tanto ella como el biólogo marino Tom “Blowfish” Hird arrojaron fardos parecidos a los que contienen la droga para ver la reacción de los escualos, describió Fanara para CBS News. Querían saber si los preferían sobre su comida habitual. Debido a que no es ético darle droga a los animales marinos, usaron un estimulante similar a la cocaína, con algunos trozos de cebo con polvo de pescado. Según los investigadores, el efecto fue similar al de la hierba gatera en los felinos. “Es lo más parecido a la cocaína e incendia sus cerebros. Fue una locura”, señaló Hird.
Las imágenes mostraron cómo los escualos nadaban hacia los fardos con cocaína falsa. Hird observó al menos un tiburón martillo que se movía de forma diferente a la normal. Desde la perspectiva de Fanara, sus experimentos buscaban evidenciar cómo las sustancias químicas que terminan en el agua también tienen impacto en la vida acuática. “Obviamente no podemos darles cocaína a los tiburones, especialmente no en la naturaleza, a pesar de que habría sido un estudio mucho más preciso, simplemente no es ético”, expuso al medio citado.
“Si estos fardos de cocaína son una fuente de contaminación, es muy probable que los tiburones se vean afectados por esta sustancia química. La cocaína es tan soluble que cualquiera de esos paquetes se abre solo un poco, la integridad estructural se destruye y la droga está en el agua”, complementó.
Los científicos afirmaron que su propósito no se reduce al entretenimiento. El caso que exponen a través de Cocaine Sharks es más grave de lo que se piensa, dado que el suministro de agua proviene de sistemas de tratamiento de aguas residuales y luego fluye de nuevo a los cuerpos de agua y llega al consumo humano. “Mi objetivo con este experimento era arrojar luz sobre el verdadero problema de las sustancias químicas en nuestras vías fluviales, que afectan la vida acuática y acaban afectándonos a nosotros, pero el objetivo del estudio era básicamente ver si se trata de una cuestión que merezca la pena explorar más. Y yo diría que sí que lo es”, sumó Fanara.
Desde su perspectiva, el mensaje es que se tienen que hacer cambios en el proceso de tratamiento de agua, así como en las actividades cotidianas, al ser conscientes de cuál el impacto que cada uno deja en el medioambiente.
Llegan paquetes con cocaína a Florida
Los científicos eligieron los Cayos de Florida porque es una región prevalente para los fardos flotantes de cocaína. El mes pasado, la Guardia Costera de EE.UU. anunció que había encontrado 6419 kilogramos de cocaína en el océano cercano a Miami. La droga estaba valorada en más de 186 millones de dólares.