¿Qué tiene que ver un gobierno que presupone que se puede ser feliz en el contexto de una comunidad que no lo es con un Movimiento que siempre contempló la armonía de materia y espíritu en la persona y la integración de individuo y comunidad? El Justicialismo está en las antípodas de este pensamiento relativista e individualista; el justicialismo es una formulación filosófica que concibe al desarrollo del yo en el nosotros y la presencia del nosotros en el yo. No convocan a los jóvenes a una épica, ni los llaman a la solidaridad. Les proponen esterilizarse: amputar su capacidad de dar vida… Y marihuana para tapar el agujero espiritual que deja esta idea intrascendente de la existencia.
El kirchnerismo es la expresión política de ese relativismo. CFK sí que llenó de “gorilas” el gobierno popular… Además de definirse como socialdemócratas o hijos de la “cultura hippie”, ni la marcha saben, por eso ella se desgañitaba en el balcón del Senado para lograr que la cantaran… “Hoy por primera vez canté la marcha, solo porque ella lo pidió”, tuiteó una de sus fans, como quien toma aceite de ricino. Esterilizar adolescentes, matar a los bebés de las familias pobres antes de que nazcan, destruir la autoridad de los maestros, vaciar de contenido la educación argentina… ¿a qué extremos de alienación nos quieren llevar a los argentinos?
¿Qué tiene que ver un gobierno que promueve la clasificación de las personas en categorías indescifrables -disidencias, lesbianas, trans, travestis, bisexuales, intersexuales, pansexuales, polisexuales, no binaries…- con el peronismo que en su pareja líder fundante concentró el monopolio de las hormonas masculina y femenina? También deberían bajar los cuadros que postulan como heredera a quien se acuerda de Perón únicamente cuando ve acercarse las rejas. Que se mimetiza con el peronismo cuando le va mal jurídicamente y se divorcia en las decisiones de gobierno.
Ni hablar de los que, en el colmo de la aberración, utilizan a Evita como símbolo del abortismo militante y del antinatalismo con el que han inficionado a la juventud argentina. Con paros, marchas y actos conmemorativos vacíos de contenido no se va a ningún lado. Tampoco se va a ningún lado con ser el brazo sindical del Peronismo, si no ayudan primero a reformularlo. No aportan ideas ni defienden valores, no proponen nada: ¿qué celebran? El kirchnerismo mató los valores fundantes del movimiento.
Son “el hecho maldito” del peronismo, sus sepultureros. Y la CGT ni mu. Vemos así a gente que no es peronista, o que ya olvidó lo que es serlo, peleando por quién conmemora la fecha fundacional de ese movimiento. Es una pelea por la escenografía, nada más. Porque en la renuncia a defender valores están unidos.