Esta región natural de humedales tropicales, única en el mundo, ha sido reducida casi un 50% por el drenaje y la conversión a tierras agrícolas y zonas urbanas en los últimos 100 años. La amplia zona de los Everglades, que se extiende a lo largo de aproximadamente 4.000 millas cuadradas en el centro y sur de Florida, sufre los efectos del drenaje y la conversión a tierras agrícolas y zonas urbanas que tuvieron lugar durante los últimos 100 años.
Esta región natural de humedales tropicales, única en el mundo, donde habitan casi 70 especies animales amenazadas o en peligro de extinción y que provee agua a poblaciones, ha sido reducida casi un 50%, y tanto el Gobierno federal como el estatal dictan presupuestos para mejorar sus condiciones.
De hecho, el gobernador Ron DeSantis firmó una orden ejecutiva que incluye una propuesta de 3.500 millones de dólares durante cuatro años, cuyos fondos provienen en parte del presupuesto estatal y las asignaciones del Gobierno federal para la restauración y protección de los recursos hídricos de los Everglades.
Una buena parte del fondo asignado proviene “del plan de infraestructuras de 1.2 billones de dólares promulgado en noviembre por el presidente Joe Biden, y se utilizará a través del Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense”, afirmó Yoca Arditi-Rocha, directora ejecutiva del Instituto CLEO donde trabaja para impulsar la acción climática a través de la participación comunitaria y la educación.
DeSantis especificó que “el financiamiento y la acción estratégica, que continuará nuestro impulso y mejorará nuestros esfuerzos continuos para acelerar los proyectos críticos de restauración de los Everglades, emplea ciencia sólida para proteger y restaurar nuestras vías fluviales, y financia proyectos de infraestructura para mejorar la calidad del agua y salvaguardar el suministro de agua de Florida”.