Jack Dorsey, cofundador de Twitter, reveló el método que le ayuda a trabajar muchas horas, con máxima concentración, para dirigir empresas no de mil, sino de dos mil millones de dólares. “El ayuno”, afirma. “Durante los últimos dos años solo he cenado. Otra cosa que he probado es no comer de viernes a domingo: no ceno el viernes, no como nada durante el sábado y el domingo no ingiero alimento alguno hasta la hora de la cena”.
Hay quien pasa entre 12 y más de 72 horas sin consumir ni una sola caloría. Según los que siguen este sistema, se altera la percepción del tiempo: “Es como si el mundo se ralentizara”, afirma Dorsey cuando recuerda su primer ayuno prolongado y, al mismo tiempo, “ayuda a vivir más, sentirte mejor físicamente, y a perder peso”. Para algunos se convierte en un estilo de vida (ayunos cortos todos los días), mientras que otros emprenden ayunos de alta intensidad durante semanas, meses o años, o para ‘depurar’ el cuerpo después de un atracón de comida.
El ‘ayuno intermitente’ o ‘alimentación restringida en el tiempo’ implica consumir todas las calorías diarias en un intervalo de tiempo concreto. ¿Cuál debe ser ese intervalo? Depende de cada uno. Las críticas a Dorsey por proclamar la dieta de ayuno no tardaron en llegar: hubo quien le acusó de camuflar un trastorno alimenticio y se le cuestionó por promover y divulgar teorías seudocientíficas. Lo cierto es que ni él ni el resto de defensores del ayuno han descubierto nada nuevo.
La abstinencia se ha practicado históricamente en otras culturas, y ahora se está abriendo paso en Occidente. Seguramente conozcas a alguien que practica el ayuno para lograr aquello que le falta, como puede ser el control, la desintoxicación del cuerpo (lo que sea que eso signifique), una mejor versión de sí mismo, una nueva forma de volver a la rectitud o simplemente demostrarse que es capaz de superar el sufrimiento.
Quienes ayunan afirman que no comer les permite trabajar más y mejor y no solo porque dediquen menos tiempo a la comida. El cuerpo tarda en metabolizar completamente lo ingerido de 10 a 16 horas, según la cantidad. Es entonces cuando pasa de estar ‘nutrido’ a en ‘estado de ayuno’. Entonces se libera un torrente de hormonas entre las que están la testosterona, el cortisol y una serie de bioquímicos menos conocidos que le indican a tu cuerpo que empiece a quemar las reservas de energía. Si no comes, tirarás de los depósitos de grasa para generar la energía necesaria.
Entonces, aumenta la adrenalina, que activa el estado de alerta y la concentración. Otros estudios demuestran que quienes no comen horas antes de acostarse duermen mejor. Y dormir bien también puede ser la razón que hay detrás de que la concentración mejore al día siguiente.
Algunos estudios científicos sugieren que el ayuno podría tener un efecto importante sobre las enfermedades crónicas: puede reducir la inflamación y mejorar los niveles de azúcar y lípidos en la sangre. Según estudios realizados con monos en la Universidad de Wisconsin y el National Institute on Aging, la restricción calórica –una forma de ayuno, ya que entre las comidas pasan varias horas– reducía el riesgo de enfermedades cardiacas y diabetes.
La restricción también reduce los índices de cáncer en los primates, quizá aprovechando un mecanismo evolutivo que limpia el organismo. ¿Ayunar es realmente mucho mejor para tu salud que una dieta normal y equilibrada? Probablemente no. Según los expertos no es tanto que ayunar mejore tu salud, sino que el hecho de comer en exceso la empeora.
Son muchos los debates sobre qué dieta de ayuno es la mejor, pero la comunidad de investigadores coincide en una cosa: si quemas más calorías de las que ingieres, perderás peso. Un hombre adulto medio hace tres comidas al día, además de picotear entre horas. Saltarse alguna de estas ingestas reduce las calorías. Supón que sueles tomar una cerveza o un postre dulce antes de dormir.
Si dejas de comer después de las 8:00pm, hay una gran cantidad de calorías que se eliminan automáticamente de tu dieta. Solo tienes que tener cuidado de no pasarte cuando llegue la hora de comer. En un estudio reciente del American Journal of Clinical Nutrition se concluyó que las dietas de ayuno y los regímenes basados en un menor consumo de calorías producían la misma pérdida de peso. Dado que todavía no está claro cuál es la mejor hora para comer, puedes escoger el régimen que más se adapte a tu vida.