La mayor interrogante actual es si se pueden obtener los materiales necesarios para la fabricación de autos eléctricos. EEUU ya ofrece incentivos para el cambio. Impulsados por las autoridades o por sus propios compromisos, los principales fabricantes de automóviles apuntan a un cambio radical: sustituir los motores de combustión por sistemas electricos. Pero para lograr sus ambiciosos objetivos deberán superar numerosos obstáculos. ¿Habrá suficiente litio y otras materias primas necesarias para fabricar baterías eléctricas? ¿Se dispondrá de suficientes estaciones de carga? ¿Cómo asegurar que la oferta sea accesible a los bolsillos más modestos?
Tras el éxito de la empresa Tesla, basada en la fabricación de vehículos eléctricos, la mayoría de los grandes grupos del sector planean invertir decenas de miles de millones de dólares en los próximos años en esta transformación. Stellantis (PSA-Fiat-Chrysler) quiere que para 2030 la totalidad de los vehículos que comercialice en Europa sean eléctricos; Toyota tiene previsto lanzar 30 modelos en este segmento para la misma fecha y General Motors aspira a dejar de producir automóviles con motores de combustión para 2035.
Las autoridades alientan a los fabricantes en esa dirección. California, el estado más poblado de Estados Unidos, prohibió el jueves la venta de autos nuevos tradicionales a partir de 2035.
Demanda asegurada
La Unión Europea también ha tomado medidas para prohibir la venta de automóviles a gasolina o diésel, e incluso híbridos, para 2035, mientras que China quiere que para esa fecha al menos la mitad de todos los automóviles nuevos sean eléctricos, híbridos de enchufar o hidrógeno. Los fabricantes de automóviles están advertidos de que “de ellos depende conseguir preparar sus stocks”, remarca Jessica Caldwell, de la firma especializada Edmunds.
Hasta hace poco se decía que los desafíos para la adopción de vehículos eléctricos serían la aceptación por parte de los automovilistas y el precio, observa la experta. Pero impulsada por consumidores cada vez más sensibles a los impactos del cambio climático, la demanda está ahí.
En Estados Unidos, por ejemplo, General Motors dice tener más de 150.000 pedidos anticipados de la versión eléctrica de su camioneta Silverado, que recién estará disponible en 2023. Y acceder a un Tesla, la marca líder del sector, requiere varios meses de espera.
“La mayor interrogante actual parece ser si se pueden obtener los materiales necesarios” para la fabricación de estos vehículos, subraya Caldwell.