La deforestación hace saltar las alarmas en la Amazonia

Considerada el pulmón del mundo, la selva amazónica ha perdido desde 1970 una superficie forestal superior al tamaño de Francia, según datos de Greenpeace. Detrás de esta desaparición masiva de bosque tropical se encuentra la deforestación, en gran medida ocasionada por la mano del hombre. A continuación, exponemos los preocupantes datos, las consecuencias para el planeta y el ser humano y qué soluciones se plantean.

Con una superficie de alrededor de siete millones de km2, la Amazonia es el bosque tropical más grande del planeta. En concreto, se extiende por nueve países, entre los que destacan Bolivia, Perú, Colombia y, especialmente, Brasil (alberga el 60 %). Declarada en 2011 como una de las siete maravillas naturales del mundo, está considerada el pulmón del planeta, además de una reserva única de biodiversidad y el hogar de culturas indígenas ancestrales que nos ayudan a comprender mejor quiénes somos.

Científicos británicos dieron lo que denominaron “pruebas convincentes” en torno de esas acciones por primera vez. Han podido demostrar un vínculo entre la deforestación y la disminución de las precipitaciones en los trópicos en su conjunto. “La gente local que vive cerca de regiones deforestadas a menudo informa un clima más cálido y seco después de que se talan los bosques.

Los investigadores analizaron los registros de lluvia tanto en áreas deforestadas como en donde el bosque se había mantenido sin tala. En su análisis encontraron que los lugares deforestados eran más secos, incluso durante la estación seca, cuando cada gota de lluvia cuenta. En la temporada de lluvias, las precipitaciones cayeron hasta 0,6 milímetros al mes por cada punto porcentual de desbroce.

Aunque el estudio no prueba que la deforestación esté causando la disminución de las precipitaciones, proporciona evidencia de una hipótesis de larga data de que la pérdida de bosques reduce las precipitaciones porque significa que hay menos evapotranspiración, la palabra que describe lo que sucede cuando el agua de las hojas asciende hacia el atmósfera. Si esto es cierto, podría tener graves consecuencias tanto para los bosques tropicales como para las personas y los animales que dependen de ellos.