Joe Biden y el intento de frenar la creciente influencia de China sobre América Latina

El presidente Biden organizó la IX Cumbre de las Américas (actualmente realizándose esta semana) con la esperanza de mejorar las relaciones con los líderes de América Latina y el Caribe —con los que estuvieron presentes— ofreciendo iniciativas económicas, sanitarias y migratorias diseñadas para afrontar los crecientes nuevos desafíos de la región.

La rama de olivo de la Casa Blanca hacia la región, llega en un momento de pérdida de prestigio e influencia en una región que antes dominaba, pero en la que China lleva tiempo perfilándose como un poderoso rival económico y político.

Sin embargo, el mensaje presidencial de alcanzar la prosperidad económica a través de un nuevo compromiso hemisférico con la democracia, los derechos humanos y el comercio, puede ser un caso de demasiado poco, demasiado tarde, según observadores de la rápida expansión de Pekín en la región.

Desde que Biden asumió su cargo a principios del año pasado, China ha ampliado su ventaja comercial con América Latina, según un análisis de Reuters de los datos comerciales de 2015 a 2021.

Si se excluye a México, el principal socio comercial de Estados Unidos, el análisis de los últimos datos disponibles muestra que los flujos comerciales totales —importaciones y exportaciones— entre América Latina y China alcanzaron casi $247,000 millones el año pasado, muy por encima de los $174,000 millones con Estados Unidos.

En total, 21 de los 24 países de América Latina y el Caribe se han adherido a la llamada ‘Iniciativa del Cinturón y la Ruta‘ de China, un proyecto global de inversión en infraestructuras. Mientras tanto, la contrapartida de Washington a Pekín, bautizada como ‘Una mejor reconstrucción’ (Build Back Better en inglés), sigue sin despegar desde su lanzamiento en junio de 2021

(Fuente: Univision)