El presidente Joe Biden dijo en una entrevista con AP que la pandemia del coronavirus es la principal culpable de la situación económica en EEUU. Joe Biden dijo que el pueblo estadounidense está “muy, muy decaído” luego de dos turbulentos años de coronavirus, de volatilidad en la economía y ahora por el aumento en los precios de la gasolina que castigan el presupuesto de las familias.
Pero subrayó que una recesión “no es inevitable” y mantuvo la esperanza de darle más confianza al país. Ese pesimismo ha llegado hasta la economía, y los precios históricamente altos de la gasolina y la persistente inflación han puesto en juego la capacidad de los demócratas de retener el control de la Cámara de Representantes y el Senado en las elecciones de fin de año. Biden habló sobre las advertencias de los economistas de que combatir la inflación podría llevar al país a una recesión.
“Primero que nada, no es inevitable”, sentenció. “Segundo, estamos en una mejor posición que cualquier otra nación del mundo para superar esta inflación”.
Durante una entrevista de 30 minutos con The Associated Press en la Oficina Oval, el presidente enfatizó la castigada economía que heredó y las persistentes cicatrices psicológicas causadas por la pandemia, que alteraron el sentido de identidad de las personas. Reprochó las afirmaciones de los legisladores republicanos de que el plan de ayuda por COVID-19 del año pasado es el único responsable de que la inflación se encuentre en su punto más alto en los últimos 40 años, asegurando que dicho argumento es “descabellado”.
En cuanto a las causas de la inflación, el presidente se mostró un tanto a la defensiva: “Si es mi culpa, ¿por qué es que en todos los demás países industrializados del mundo la inflación es más alta? ¿Se han preguntado eso? No es por ser insolente”.
En cuanto a la mentalidad de los estadounidenses, Biden dijo que “la gente esta muy, muy decaída”.
El mandatario dijo que veía motivos para ser optimistas, como la tasa de desempleo del 3.6% y la relativa fortaleza de Estados Unidos en el mundo.
“La necesidad de salud mental en Estados Unidos se ha disparado, porque las personas han visto cómo todo da un vuelco. Todo con lo que contaban se ha trastornado. Pero la mayoría de ello es consecuencia de lo que ha sucedido, de lo que sucedió como resultado de la crisis del COVID”.
Pero Biden ha sido incapaz hasta el momento de restaurar la confianza, y sus índices de popularidad han ido en declive dado que ha perdido apoyo entre los demócratas y existe poca evidencia de que pueda brindar cierta normalidad bipartidista a Washington.