Replicando el mismo modus operandi que se observó sobre los cielos estadounidenses el año pasado, el régimen chino decidió enviar globos a sobrevolar cerca de Taiwán. El agravante en este caso está en el hecho de que este presunto episodio de espionaje ocurre justo cuando faltan poco días para la celebración de las elecciones presidenciales en la isla que Pekín considera una “provincia rebelde” y que no oculta sus intenciones de invadir, lo que no solo ha elevado las tensiones con Taipéi sino también con Washington por el apoyo militar que Estados Unidos proporciona a Taiwán.
El anuncio sobre estos globos chinos lo hizo el Ministerio de Defensa de la isla, que precisó que fueron 17 en total los que cruzaron la línea media en el Estrecho de Taiwán desde principio de diciembre. Inicialmente los identificaron como globos meteorológicos hasta el martes 2 de enero, cuando comenzaron a describirlos como “globos aerotransportados”.
Para la cartera de Defensa de Taiwán, el mensaje es claro: “El Partido Comunista está utilizando drones y globos aerotransportados como forma de ataque e intrusión en la zona gris”. Además, indican que el objetivo es “afectar la moral” entre el pueblo taiwanés como parte de su “guerra cognitiva”.
El “efecto intimidante” de los globos chinos
Al régimen comunista chino no le conviene un presidente que mantenga la actual alianza estratégica con Estados Unidos. Probablemente por eso desde la alta cúpula diplomática china arremetieron contra William Lai, el candidato oficialista que lidera las encuestas, a quien acusaron de “carecer de integridad moral”. Lai se ha mostrado preocupado por supuestas interferencias electorales de China para influir en las votaciones.
A William Lai lo acompaña Bi-khim Hsiao como candidata a vicepresidente. Ella actualmente se desempeña como embajadora de facto de Taiwán en Estados Unidos. Viendo esta fórmula y sus convicciones políticas, se entiende por qué el régimen de Xi Jinping tiene interés en impedir su elección.
Más allá de atacar directamente a candidatos, el sobrevuelo de globos chinos muy cerca del espacio aéreo taiwanés también significa algo más: que China está observando a los electores entre sus 23 millones de habitantes, a pesar de que desde Pekín niegan esa intención.