Día del Amor y la Amistad, San Valentín

Como cada año, este 14 de febrero millones en el mundo celebran el sentimiento más noble y poderoso que puede experimentar el ser humano: el amor. La forma tradicional de celebrar este día, también llamado de San Valentín, incluye el intercambio de tarjetas con mensajes románticos, flores, chocolates y cenas a la luz de las velas.

Pero en algunos países el festejo ha empezado a tomar tintes distintivos. En Filipinas, por ejemplo, esta fecha se celebra con bodas masivas. En otros, como en Alemania, se acostumbra regalar dibujos o figuras de cerditos porque este animalito es considerado como de buena suerte. En Croacia se regalan bizcochos en forma de corazón.

La historia de San Valentín está envuelta en la bruma porque data de hace siglos. Sin embargo, se sabe que la iglesia católica inició esta celebración para fortalecer el cristianismo y restarle importancia a las festividades paganas que se realizaban en el Imperio Romano.

Cuenta la leyenda que en el siglo III existieron tres mártires romanos llamados Valentín. Uno era originario de Terni, otro fue martirizado en África y otro en Roma. A este último es al que muchas fuentes consideran como el San Valentín que hoy se asocia con los enamorados.

De acuerdo con la tradición, San Valentin de Roma, era un sacerdote romano que brindaba apoyo espiritual a los cristianos que habían caído presos y les ayudaba a prepararse para el martirio y la muerte.

Existe otra versión que indica que, aunque San Valentín era un sacerdote romano, se dedicaba a casar parejas de enamorados bajo el ritual católico. Las ceremonias matrimoniales tenían que hacerse en secreto porque en esa época los romanos habían prohibido a los jóvenes soldados que se casaran por considerar que serían mejores combatientes si no tenían lazos familiares.

Cuando las autoridades romanas descubrieron a San Valentín, lo martirizaron y lo decapitaron un 14 de febrero. Con el fin de propagar la fe cristiana, a finales del siglo V, la Iglesia Católica decidió hacer suya la leyenda de San Valentín y oficializar su conmemoración el 14 de febrero. Se dice que fue el Papa Gelsasio I quien institucionalizó el culto al santo en el año 498 para contrarrestar las llamadas fiestas lupercales que se llevaban a cabo a mediados de febrero.

Sin embargo, la Iglesia Católica reconoció, desde un principio, que carecía de pruebas históricas sobre la existencia de este mártir. Por esta razón, en 1969 lo eliminó del santoral.