La periodista y ex presa política cubana Caridad Roque Pérez, Cary Roque, murió en Miami a los 82 años. Según informó Radio Televisión Martí, medio donde colaboraba. Falleció tras una «larga y penosa dolencia». Siendo una joven locutora y actriz de CMQ Radio y Televisión, se involucró en el Movimiento de Rescate Revolucionario contra la recién instaurada dictadura castrista, en 1961 cuando tenía 19 años, fue detenida por «conspirar contra los poderes del Estado», es decir, por terrorismo y condenada a 20 años de cárcel, de los que cumplió 16.
Seis de los implicados en su proceso, la causa 238, fueron condenados a muerte y fusilados apenas horas más tarde. Tal y como ella recordaba, el primer centro de detención del G2 donde la tuvieron cautiva, en 5ta y 14, en La Habana, fue «una cámara de horror». Después fue trasladada a la cárcel de mujeres de Guanabacoa y, tras recibir su sentencia, a la de Guanajay, donde, refería, sufrió «violencia masiva».

En 1977, por el acuerdo con el régimen del entonces presidente Jimmy Carter, el primero desde la Revolución cubana en intentar un acercamiento a la Isla, Roque fue puesta en libertad, igual que otros cientos de presos políticos. De ahí salió primero rumbo a España y, finalmente, a Miami, donde era una de las voces más respetadas del exilio.
Vehemente defensora de la libertad de Cuba, fue también muy crítica con el llamado deshielo del presidente Barack Obama, del que lamentaba que no hubiera querido hablar con las organizaciones del exilio. Por contra, defendía su simpatía hacia el mandatario Donald Trump, quien en uno de sus mítines, en 2017, le hizo un homenaje y recordó a las víctimas del comunismo.
Ese mismo año, el entonces gobernador de Florida, Rick Scott, entregó a Roque la Medalla de la Libertad, junto a los también ex presos políticos cubanos Jorge Luis García Pérez Antúnez y Ángel de Fana.