El gobernador Ron DeSantis activó la Guardia Nacional de Florida y otras agencias estatales para contrarrestar la alta afluencia de inmigrantes cubanos y haitianos en el condado Monroe, situado en los cayos floridanos. Conforme a la orden ejecutiva, el estado “desplegará medios aéreos, incluidos aviones y helicópteros de la Guardia Nacional de Florida, y reforzará la patrulla marina de la Comisión de Conservación de la Pesca y la Vida Silvestre para apoyar las interceptaciones y garantizar la seguridad de los inmigrantes que intentan llegar a Florida”.
En un comunicado de prensa, DeSantis dijo que “a medida que los impactos negativos de las políticas de inmigración ilegales de [Joe] Biden continúan sin disminuir, la carga del fracaso de la administración de Biden recae en las fuerzas del orden locales que carecen de recursos para lidiar con la crisis”.
DeSantis sostuvo que en los dos primeros meses del año fiscal que comenzó el 1 de octubre, la Patrulla Fronteriza (CBP) detuvo a más de 460.000 migrantes de diferentes nacionalidades, principalmente originarios de Cuba, que intentaron ingresar al país a través de la cayería del suroeste floridano.
El Parque Nacional Dry Tortugas, ubicado en los Cayos de Florida, cerró temporalmente al público a principios de esta semana luego de que arribaran alrededor de 500 migrantes cubanos, lo que fue calificado como una “crisis” por las autoridades locales.
La medida adoptada por DeSantis se produce un día después de que el gobierno de Biden anunció un programa para ofrecer 30.000 visas humanitarias mensuales a cubanos, haitianos y nicaragüenses, como respuesta al elevado ingreso de migrantes a través de la frontera sur y por mar cruzando el Estrecho de la Florida.