¿Qué hace que una fiesta sea memorable? En principio las galas de quien la preside; un toque de admiración espumante y prodigiosos invitados; características indiscutidas de un party (es que así se dice en Florida) de los que se guardan en los anaqueles de las retinas.
La mansión de más de tres acres de terreno que se levanta en North Lake Drive en Hollywood, Florida, fue espacio de una fiesta imborrable. Majestuosa y altiva, la construcción posee un único dueño y es argentino.
No importan las cifras, importa el sacrificio, el empeño y el profesionalismo que Sergio Leonel Agúero, nuestro querido Kun, sostuvo en su carrera para conseguirla. Allí, en ese paradisíaco complejo cuya estructura ocupa la opinión argentina desde hace ya más de siete días, ocurrió el festejo de cumpleaños más renombrado de los últimos meses. La mística popular acompaña y convierte en leyenda todo lo que toca, y la fiesta del Kun sigue llenando titulares y horas de aire.
El pasado 2 de junio (hace nada más que 14 días) y tras una enorme inversión, la antigua y restaurada mansión pasó a manos del crack de la Premier League Inglesa. Nueve cuartos, trece baños, cancha de tenis, luxury pool y gimnasio con maquinaria de última tecnología, la posicionan liderando una gran franja de residencias de notables en Florida.
Nuestro corresponsal, el productor Cristhian Gassman, selecto invitado al encuentro, dio crédito en primera persona del ágape de los famosos acaecido en la nueva morada.
Mariachis y artistas circenses, otorgaron un toque boheme a la tarde planificada para festejar los 34 años del Kun, en la descontracturada celebración donde 100 personas vivieron el agasajo rimbombante de ser invitadas por la figura de soccer.
La modelo de elite argentina, Rocío Guirao Díaz, y estrellas de rock del calibre de Charly Alberti y Fabián “Zorrito” Von Quintiero, fueron parte de la indiscutible marquesina del encuentro, junto a una variedad inusitada de cineastas, productores, empresarios y la solapada estrella de la jornada: Entre lo místico y lo bizarro, el inconfundible y talentoso Jordan Ross Belfort, el Lobo de Wall Street (quien incluso llegó a ser personificado por Leonardo DiCaprio) ocupó un sitial de privilegio en las miradas y el asombro de la inolvidable velada.
Tanta mecánica alineada; tanta certeza y organización puntual, tiene nombre propio: Gaby Álvarez. Es que solo un gurú del management, un bonvivant de experiencias como él, podría haber llevado adelante tan prestigioso meeting. Al creativo empresario, la excelente reputación de su performance lo precede, y por ello es que fue el gestor indiscutido de la notoria festividad.
Agustín Mallmann fue quien tomó el control de la cocina, deleitando a la concurrencia con un gran asado al estilo campero a la vez que apostó por un mix de otros grandes sabores tradicionales de la tierra del plata; infaltables empanadas y choripanes, junto a una alta gama de renombradas bebidas entre licores, tequilas, whiskeys y rones.
El Kun, todo un caballero anfitrión e incansable, ofició en todo momento de host, dedicándole tiempo a cada uno de los invitados; para finalmente levantar la copa y brindar, frente a un oportuno rogel de dulce leche, por cada logro pasado y cada emoción por venir.
Recuerden que en el anuario 2022, será poster central de recuerdo, buen gusto y aplausos masivos.
.