El regreso del veterano periodista Tomás Regalado

Cuando me mandaron de Cuba entre los niños no acompañados de la Operación Pedro Pan, cuenta Tomás Regalado, estuve un largo tiempo en albergues hasta que mi mamá pudo salir de Cuba. Mi padre quedó preso y nos mudamos a un modesto apartamento en Miami. Después conocí a la que fue mi esposa en Miami. Nos casamos en Miami. Mis tres hijos nacieron en Miami, y ellos, como yo, siempre hemos vivido en Miami. Y aunque he tenido una vida profesional en distintos medios noticiosos, toda mi vida ha estado alrededor de lo que es Miami.

Conocí a Miami cuando Brickell era simplemente un pequeño conjunto de casas residenciales. Viví la época de los años 1960 cuando al alquilar un apartamento veíamos avisos que señalaban que no se aceptaban judíos, perros o cubanos. Luego entré en la política porque lo que único que me ha interesado en la vida es Miami; no he brincado de un lugar hacia otro. Entonces, he decidido volver a tratar de ser reconocido por los votantes de Miami, porque hay proyectos que no se han culminado bajo la actual administración, proyectos que dejamos encaminados.

Además de eso, hay que tratar de devolverles la confianza al pueblo y a los votantes de Miami. Es inadmisible que en unas elecciones para la alcaldía y la Comisión en años recientes solamente haya ido a votar el 6% del electorado, en una ciudad que es la más importante del condado, la más importante del estado de la Florida, una ciudad que tiene una marca mundial y que ahora lo único por lo que sale en los titulares es por escándalos, las demandas que le ponen a la ciudad y rencillas que se producen incluso entre funcionarios electos. No estoy buscando un trabajo, porque tengo trabajo.

Aunque las elecciones por la alcaldía de Miami están pautadas para 2025, el veterano periodista y exalcalde de esta municipalidad, Tomás Regalado, quien ocupó el cargo entre 2009 y 2017, se asoma como uno de los primeros en postularse para regresar a ese puesto.

Tomás Regalado, cuyos planes de inscripción oficial como candidato apuntan hacia comienzos de 2024, dijo en conversación, que se siente preocupado por temas como los bonos por 400 millones de dólares aprobados por los votantes en 2017 y las obras que se ejecutarían con esos recursos, “pero no ha pasado nada”.

De los 400 millones de dólares, todavía quedan 300 millones en el banco. También se asignaron 100 millones de dólares para vivienda asequible y todavía no hemos visto las primeras casas. Se han construido edificios nuevos de apartamentos en la ciudad de Miami por parte del sector privado o del Condado Miami-Dade, pero todavía no hay algo que la Ciudad pueda decir: ‘Esto es mío. Esto lo construí con esos bonos que los votantes aprobaron de buena fe’.

También tenemos una estación de bomberos en la calle 7 y la avenida 41 del NW. En esa emisión de bonos había 7 millones de dólares para renovarla totalmente y lo que vemos es que aún los bomberos están tapando huecos en el techo. Esos bonos están ahí, solo tienen que venderlos en Wall Street. Si los vendieran ahora, serían más costosos por los altos intereses. Si los hubieran vendido cuando nosotros salimos en el año 2017, hubieran costado cero a los contribuyentes. Otro proyecto que no se ha terminado y que debe estar muy cerca del corazón de todos los residentes de Miami, por muchas razones, es el del Estadio Marino (Miami Marine Stadium).

La Comisión de la Ciudad de Miami, cuando yo era alcalde, aprobó 40 millones de dólares en bonos que ya estaban autorizados para la renovación total de ese escenario. La idea era de Hilario Candela, ya fallecido, que murió sin ver el estadio reconstruido. Lo que están buscando quizás algunos de los funcionarios de la Ciudad es lo que en Estados Unidos le llaman ‘Demolition Act’, o sea, demolición por negligencia, dejarlo ahí hasta que se empiece a caer y después hay que tumbarlo.

Para el precandidato, hay proyectos que deben terminarse, como las iniciativas tendientes a prevenir inundaciones en el sector de Brickell y la reconstrucción del Miami Marine Stadium, además de una estación de bomberos, obras que se financiarían con los bonos públicos.