El género es el conjunto de ideas, normas, comportamientos, atributos y funciones sociales que cada sociedad considera apropiados para los hombres y para las mujeres. Algunas personas se sienten cómodas con el género que se les designa al nacer, ya sea hombre o mujer; pero hay otros que no se identifican ni como varones ni como mujeres, se dice que tienen identidades de género no binarias. Otros fluyen entre los géneros sin identificarse con uno u otro, se dice que tienen género fluido.
Cabe aclarar que el género nada tiene que ver con el sexo, ni con la orientación sexual, como lo explica la doctora Lucía Ciccia, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM. “Es importante aclarar conceptos que con frecuencia se encuentran solapados. La identidad de género es el género con el que se identifica una persona; algunas personas se identifican como varones, otras como mujeres, otras que no se identifican ni como varones ni como mujeres y se identifican como personas no binarias.”
En cambio, lo que llamamos expresión de género tiene que ver con cómo me expreso en términos de vestimenta, hábitos, conductas, y no es equivalente a la identidad de género. Por ejemplo, me identifico como mujer, pero mi expresión de género no responde al estereotipo de lo que entendemos por “lo femenino. Otro ejemplo es el caso de las personas no binarias, cuyas expresiones son multimodales y no se alinean ni con el estereotipo femenino ni con el estereotipo masculino.
“Creo que, en general, todas las personas nos expresamos de manera multimodal». Es decir, no tenemos conductas “homogéneas” en relación con uno u otro estereotipo y al mismo tiempo, continúan siendo (lo femenino y lo masculino) los ejes de referencia para movernos por “dentro” de ellos (como las personas que nos identificamos mujeres o varones) o por “fuera” (como el caso de las personas no binarias).”
Distinguir la orientación sexual
“La orientación sexual es diferente tanto de mi identidad como de mi expresión de género«. La orientación sexual se relaciona con mi objeto de deseo. En ese sentido, soy mujer cis y lesbiana, porque mi objeto de deseo son otras mujeres, tanto cis como trans.”
“Esta distinción es muy importante, porque solemos confundir la identidad de género de una persona con su orientación sexual; creemos, por ejemplo, que a las mujeres trans tienen que gustarles los varones. Sin embargo, no es así, porque hay muchas mujeres trans que se identifican como lesbianas.”
Agrega que también confundimos la expresión de género con la orientación sexual, entonces creemos que “todas las lesbianas son masculinas”. Tampoco es cierto, puesto que hay muchas lesbianas que se reconocen a sí mismas como femeninas.
Y cuando pensamos en personas no binarias y su orientación sexual ¿cómo podrían definir su orientación sexual las personas que no se identifican ni como mujer ni como varón? ¿Partiendo de qué eje de referencia?. Lucía Ciccia responde que “estos casos nos muestran el anacronismo de las etiquetas que nos enseñan a usar para describir nuestras prácticas. Etiquetas que son en sí mismas normativas, porque su función es aplastar nuestras subjetividades.”
En su opinión, vivimos en sociedades cisexistas y heteronormativas, ¿qué significa? Que se “naturaliza” la identidad cis y la orientación sexual heterosexual como las prácticas normales/naturales.
Sin embargo, plantea que nadie nace cis ni nadie nace heterosexual, como tampoco nadie nace trans, no binario. gay, lesbiana, bisexual, asexual, pansexual; en cambio, construimos nuestra identidad y nuestra orientación sexual. “Pero cuando por uno o más motivos nos expresamos a través de prácticas no normativas, se nos patologiza, marginaliza y estigmatiza.”
Desde su visión, una forma de contribuir a frenar la actual lectura patriarcal con la que son leídos los cuerpos –lectura binaria, jerárquica, cisexista, y heteronormativas— es cuestionar la idea de que nacemos varones o mujeres, y entender que las funciones reproductivas no “predicen” conductas sociales como la identidad de género, la orientación sexual o la expresión de género.”
“Cada persona debe poder elegir cómo se identifica, cómo quiere expresarse y quién o quiénes son objeto de su deseo, todo esto sin ser etiquetada bajo categorías normativas como lo son las del género y la sexualidad.”