El agua de casi la mitad de los grifos en EEUU está contaminada

El agua de casi la mitad de los grifos en Estados Unidos está contaminada con sustancias químicas que pueden provocar cáncer y otros problemas de salud, según un estudio gubernamental publicado el miércoles.

El Servicio Geologico de Estados Unidos, dijo que los compuestos sintéticos conocidos colectivamente como PFAS contaminan el agua potable en distintos grados en grandes ciudades y pequeños pueblos, así como en pozos privados y sistemas públicos.

Estudios realizados en animales de laboratorio han hallado posibles vínculos entre las sustancias químicas PFAS y algunos tipos de cáncer, incluidos los de riñón y testículos, además de problemas como hipertensión arterial y bajo peso al nacer.

Las muestras se tomaron entre 2016 y 2021 en diversos lugares, sobre todo residencias, pero también algunas escuelas y oficinas. Incluían terrenos protegidos, como parques nacionales; zonas residenciales y rurales sin fuentes identificadas de PFAS; y centros urbanos con industrias o vertederos conocidos por generar PFAS.

En la mayoría de los grifos se tomaron muestras una sola vez. En tres de ellos se tomaron muestras varias veces a lo largo de un periodo de tres meses, y los resultados apenas variaron, según Smalling.

El agua contaminada se detectó principalmente en ciudades y cerca de fuentes potenciales de compuestos sintéticos, sobre todo en la Costa Este, los centros urbanos de los Grandes Lagos y las Grandes Llanuras, y el centro y el sur de California. En muchas de las pruebas, la mayoría en zonas rurales, no se encontraron PFAS.

Basándose en los datos, los investigadores estimaron que podría encontrarse al menos una forma de PFAS en aproximadamente el 45% de las muestras de agua del grifo de todo el país.

¿Hay soluciones en camino para el agua contaminada que sale por los grifos?

La Agencia de Protección del Medio Ambiente de EEUU propuso en marzo los primeros límites federales de agua potable para seis formas de PFAS, o sustancias perfluoradas y polifluoradas, que permanecen en el cuerpo humano durante años y no se degradan en el medio ambiente. Se espera una decisión definitiva a finales de este año o en 2024.

Pero el gobierno no ha prohibido, a las empresas que utilizan estos productos químicos, verterlos en los sistemas públicos de aguas residuales, dijo Scott Faber, vicepresidente senior de la organización Grupo de Trabajo Ambiental.

«Deberíamos tratar este problema donde empieza, en lugar de poner un semáforo después del accidente», afirmó. «Deberíamos exigir a quienes contaminan que traten sus propios residuos».

Los programas federales y estatales suelen medir la exposición a contaminantes como los PFAS en las plantas de tratamiento de aguas o en los pozos de aguas subterráneas que las abastecen, explicó Smalling. En cambio, el informe del USGS se basó en muestras de grifos de 716 localidades, incluidas 447 que dependen de suministros públicos y 269 que utilizan pozos privados.

El estudio subraya que los usuarios de pozos privados deberían hacer analizar el agua en busca de PFAS y considerar la posibilidad de instalar filtros, señaló Faber, del Grupo de Trabajo Ambiental.

Los filtros que contienen carbón activado o membranas de ósmosis inversa pueden eliminar los compuestos contaminantes.