La escalada de tensión entre China y Taiwan supone un problema para el mundo, sobre todo por la enorme presencia de China en el comercio de más de 150 países. Latinoamérica no es la excepción, dado que Pekín es el principal socio de la mayoría de las naciones de la región. El único país que no tiene relaciones diplomáticas y reconoce a Taiwan es Paraguay quien se encuentra una encrucijada a la hora de posicionarse ante un eventual ataque chino. Como explicaron altos dirigentes de la oposición paraguaya. China tiene una política hacia Paraguay a la que califican «diplomacia de la chequera» orientada a financiar campañas y dirigentes políticos del Partido Colorado por encima de obras de infraestructura que empujen el desarrollo del país. Por eso, en caso de ganar en las elecciones de abril del año que viene, la oposición avanzará en las relaciones diplomáticas con Pekín.
La presión de China para que Paraguay cambie su postura ha sido clara durante el momento más crítico de la pandemia en donde puso esa condición a cambio del abastecimiento de vacunas. Conscientes de eso, Estados Unidos y Taiwan pusieron en marcha un acuerdo con India para que Paraguay sea el primer país en alcanzar la vacuna india Covaxin y evitar el desembarco de la china Sinopharm.
Ahora, el Partido Colorado ratifica su alineamiento. Fuentes de la cancillería paraguaya que «hasta el momento la posición de Paraguay permanece invariable con respecto a su apoyo y alianza con Taiwán». «El Paraguay expresa su apoyo solidario con la República de China (Taiwán), en el contexto de las amenazas que ha sido objeto. Los valores democráticos del pueblo taiwanés son un ejemplo para su región y el mundo, y merecen ser reivindicados por la comunidad internacional», agregan.
Leonardo Gómez Berniga, analista político paraguayo, dijo que «Paraguay, urgente, tiene que diversificar sus relaciones diplomáticas y hacer el mayor de los esfuerzos con China porque sin tener relaciones diplomáticas es el principal socio en importaciones, aunque tiene una balanza económica bastante desigual en relación a las exportaciones».
«Este factor es un elemento de presión que genera contradicción dentro del empresariado nacional, por lo que implica el mercado de exportación de soja y carne vacuna e incluso de cerdo, que se plantea como un mercado emergente con mucha fuerza y fue un motivo de discusión y rechazo en Argentina», agregó.
Gómez Berniga sostiene que «Paraguay tiene la potencialidad de brindar bienes por medio de la diversificación y acuerdos entre estados para equilibrar balanzas comerciales y apuntalar a la industrialización de sus materiales primas».
«En un escenario de mayor polarización política, la mayor garantía de la paz es la diversificación del comercio», añadió. El especialista planteó que «una postura ambigua sobre el conflicto puede poner a Paraguay como subordinable a la agenda diplomática de los organismos multilaterales y obstruiría relaciones en el ámbito comercial afectando intereses ya existentes de China en el país».
En esa línea, Gómez Berniga apuntó que «tal es el caso de la empresa COFCO que está entre las 10 exportadores de granos de Paraguay y es de capitales chinos. Eso le da al país la posibilidad de producir y sacar adelante la producción al mercado chino, donde también existe la triangulación de la producción de soja bajo silos argentinos y brasileños que luego sale al mercado pero no como soja paraguaya».
«La agudización de este conflicto puede interrumpir la cadena de valor de suministros y la concentración de los que tiene una alianza política y comercial con China como Argentina y Brasil», afirmó.