Esta jornada tiene como propósito sensibilizar a las personas de todo el mundo para que aprendan a detectar cualquier padecimiento renal de manera anticipada. Los riñones son dos órganos con forma de frijoles y cada uno tiene aproximadamente el tamaño de un puño. Están ubicados detrás de los órganos abdominales; hay un riñón a cada lado de la espina dorsal.
En los adultos, el carcinoma de células renales es el tipo más común de cáncer de riñón. También pueden presentarse otros tipos menos comunes de cáncer de riñón. Los niños pequeños son más propensos a desarrollar un tipo de cáncer de riñón llamado «tumor de Wilms».
La incidencia del cáncer de riñón parece ser cada vez mayor. Una razón de ello puede ser el hecho de que las técnicas de imagen, como la tomografía computarizada (TC), se están utilizando con mayor frecuencia. Estas pruebas pueden hacer que se descubran más tipos de cáncer renal accidentalmente. El cáncer de riñón se descubre a menudo en una etapa temprana, cuando el cáncer es pequeño y se limita al riñón.
Si bien el cáncer renal suele no presentar síntomas en sus estadios iniciales, los especialistas recomiendan estar atentos a signos como la presencia de sangre en la orina, dolor persistente en la zona lumbar, fiebre sin causa aparente, pérdida de peso, fatiga, anemia, la autopalpación de algún bulto y también la aparición de hipertensión en personas que no eran hipertensas. Por supuesto, ante cualquiera de estos síntomas, se recomienda consultar con el médico de cabecera.
Entre los factores de riesgo para desarrollar cáncer riñón, se destacan el tabaquismo, la obesidad y la hipertensión arterial, mientras que también hay otros factores no modificables, como pertenecer al sexo masculino, tener más de 60 años, antecedentes familiares de esta enfermedad, ser afrodescendiente o estar en sesiones de diálisis.
En cuanto al tratamiento, éste dependerá de varias circunstancias, como el estadio del tumor, su localización y el estado de salud del paciente. La cirugía suele ser la primera opción y representa el tratamiento curativo más importante.
Diagnóstico
Algunas pruebas y procedimientos utilizados para diagnosticar el cáncer de riñón son los siguientes:
Análisis de sangre y de orina. Los análisis de sangre y de orina podrían brindarle al médico indicios de la causa de los signos y síntomas
Pruebas por imágenes. Las pruebas por imágenes permiten que el médico vea un tumor o una anomalía en los riñones Las pruebas por imágenes pueden incluir ecografía, rayos X, tomografía computarizada o resonancia magnética
Extracción de una muestra de tejido renal (biopsia). En algunas situaciones, el médico puede recomendar un procedimiento para extraer una pequeña muestra de células (biopsia) de un área sospechosa del riñón La muestra se analiza en un laboratorio para determinar si presenta signos de cáncer Este procedimiento no siempre es necesario