Su producción se ha disparado en las dos últimas décadas, entre 2003 y 2016 se produjo más que en todo el siglo XX. El mundo produce plástico a una escala descomunal. Tal es la magnitud, que se ha transformado en uno de los contaminantes más importantes del suelo, el aire y los océanos. Mientras los países del mundo trabajan para tener un tratado de eliminación de este material para 2025, la Organización de la Naciones Unidas (ONU) dedicó este año, en el Día Mundial del Ambiente, a esta problemática bajo el lema: “Por un planeta libre de plásticos”.
“Las estimaciones varían mucho, pero se cree que hasta la fecha se han acumulado en el océano entre 86 y 150 millones de toneladas de residuos plásticos. Y el problema no hace más que agravarse, ya que cada día fluye más plástico hacia el mar: se calcula que en 2016 entraron en el océano y otros ecosistemas acuáticos 11 millones de toneladas de residuos plásticos”, agrega el reporte.
La humanidad consume este material principalmente en envases, que representa el 44% de los usos, pero también en productos electrónicos, coches y hasta edificios, lo que supone el 18% de los usos. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, ha hecho una estimación del rastreo del comercio de plásticos a lo largo de su ciclo de vida y concluyó que el comercio mundial de plásticos mueve 1 billón de dólares al año, es decir “el 5% del comercio mundial de mercancías”.
El mismo organismo estimó que en 2021 se comercializaron 369 millones de toneladas de plástico en todo el mundo. Esto llenaría “más de 18 millones de camiones”, o se formaría una “cola que da vuelta 13 veces alrededor del mundo”. Según Plastic Europe, ese mismo año China produjo casi un tercio de todos los plásticos procedentes de la polimerización y el reciclado. Estados Unidos, el mayor consumidor per cápita del mundo, encabeza las exportaciones de plásticos primarios junto con la Unión Europea, Corea del Sur y Arabia Saudita. No se mencionó aún, pero estos materiales son todos derivados de la industria petrolera.
“América Latina y el Caribe han avanzado en la regulación de plásticos de alto riesgo, como en la prohibición o eliminación de productos de plástico de un solo uso. Sin embargo, las regulaciones son fraccionadas y diversas, y no logran abordar los impactos transfronterizos a la escala necesaria para proteger la naturaleza, las personas y sus medios vida de la contaminación por plásticos”, señaló Roberto Troya, Director Regional para América Latina y el Caribe de WWF.