La oficina de protección al consumidor de EEUU pide mirar con lupa las condiciones de esos créditos al momento de comprometerse con ellos. Dividir en varias cuotas el pago de nuestro ‘carrito de compras’: una opción que vemos con más frecuencia en los comercios online. Es lo que se conoce como ‘compre ahora, pague después’ o Buy Now, Pay Later, en inglés. Es una forma de crédito en la que el monto de una compra se divide en pagos iguales, usualmente cuatro. En la mayoría de los casos, el primero se realiza al momento de la compra y los siguientes en intervalos de dos semanas con una cuenta bancaria o tarjeta de crédito. Pero eso puede variar. Hay compañías que ofrecen ese plan de cuatro cuotas bisemanales sin intereses; y otros de tres, seis y 12 cuotas mensuales con tasas de interés cercanas, en algunos casos, al 30%.
Esta alternativa del “compre ahora, pague después” puede resultar atractiva al comprar los regalos esta Navidad. Si ves, por ejemplo, un dispositivo electrónico que cuesta $200 posiblemente te inclines por comprarlo si te ofrecen hacer cuatro pagos de $50 sin intereses.
Sin embargo, la oficina de protección al consumidor de Estados Unidos pide mirar con lupa las condiciones de esos créditos al momento de comprometerse con ellos. Advierte sobre la posibilidad de acumular varios de estos créditos en un período corto de tiempo sin llevar un registro del dinero que representarán esos pagos en el presupuesto del mes.
“Si bien cada préstamo individual puede parecer manejable, la suma de esas deudas puede generar estrés financiero”, explica el Consumer Financial Protection Bureau (CFPB).
El “compre ahora, pague después” es menos usado que comprar con una tarjeta de crédito. Pero su uso ha crecido y 78 millones de personas en Estados Unidos recurrieron a esta alternativa en el pasado año, según un informe de octubre del medio NerdWallet. Y la usaron un promedio de seis veces.
El CFPB también advierte sobre acostumbrarse a tomar estos créditos y que eso afecte en algún momento la capacidad de pagarlos o de cubrir otros pagos importantes. “El uso sostenido de estos créditos genera el riesgo de no poder pagar otras obligaciones financieras, como la renta, los servicios esenciales, las hipotecas, los préstamos de autos y los créditos estudiantiles”, explica la CFPB en un informe sobre estas deudas.
Cuidado con pagar crédito con crédito
Buena parte de las transacciones bajo el ‘compre ahora, pague después’ son de ropa o productos de belleza, según cifras del CFPB del 2021. Pero ha habido un “rápido crecimiento” en los pagos de servicios básicos, alimentos y seguros que se realizan con este método.
El problema, advierten defensores de los derechos del consumidor, es algunas personas toman estos préstamos y los pagan con una tarjeta de crédito. “Eso permite que las personas paguen crédito con crédito”, dice el CFPB. “Un riesgo de eso son los ‘intereses ocultos'” si la persona no paga totalmente el saldo de su tarjeta cada mes, agrega.
Cuidado si necesitas devolver una compra
Si pagaste por un artículo usando este crédito, devolverlo puede ser cuesta arriba, de acuerdo con reclamos recibidos por el CFPB. Ten en cuenta que cuando usas esta opción de pago tendrás que tratar cualquier devolución con dos entidades completamente separadas: la tienda que te vende el artículo o servicio y la compañía que te da el crédito.
El CFPB explica que cuando alguien quiere devolver o reclamar una compra tiene que primero contactar al negocio que se lo vendió. Ese negocio debe procesar un reembolso para que la compañía del préstamo entonces acredite el dinero.
Es un proceso que puede demorar y complicarse si la tienda dificulta la devolución. Resolverlo a veces se prolonga más allá del período del préstamo y la persona debe pagarlo por completo antes de obtener respuesta. Para evitar que algo así te pase evita pagar con esta alternativa regalos que posiblemente debas devolver o cambiar.