La volatilidad del peso, el aumento de la inflación, las regulaciones en el ámbito crediticio, laboral y de negocios junto a las restricciones para el comercio internacional derivadas de la pandemia del COVID-19 detonaron una caída de Chile en el ranking de Libertad Económica del Fraser Institute de Canadá que corresponde a este año.
El desplome de la nación es evidente. Pasó del puesto 29 a la posición 33, tras registrar 7.56 puntos en una escala de diez. El número representa no sólo un retroceso de cuatro puestos en comparación con el balance de 2021, sino además una pérdida de 14 peldaños en los últimos dos años. Cabe destacar que en 2020 cayó diez puntos. A su vez, esta es la peor ubicación desde 1985 en el ranking que mide la posición relativa de la libertad económica de 165 naciones.
Con el resultado, Chile quedó relegada al tercer puesto en la región, cediendo el liderazgo en América Latina a Costa Rica, país que mejoró su puntaje y logró pasar en el estudio del puesto 39 al 29. El segundo lugar quedó en manos de Guatemala, por ascender del puesto 33 al 31.
Perú bajó hasta la casilla 37, mientras que Uruguay retrocedió de la 61 a la 68. Venezuela se mantuvo igual, en el último lugar donde ha estado sin variar desde 2010. Esta vez, Chile flaqueó en las cinco variables del estudio basadas en el tamaño del Gobierno, estructura legal y derechos de propiedad, estabilidad de la moneda, libertad para el comercio internacional y la regulación crediticia, laboral y de los negocios.
En el documento el Banco Central de Chile admite que “la economía crecerá por debajo de su potencial por varios trimestres más, con lo que la brecha seguirá reduciéndose y se ubicará en niveles negativos a partir de fines de este año”.
Fuente: Panampost – Gabriela Moreno.