La Casa Blanca no tolera la crítica que impulsa el nuevo directivo ejecutivo de la señal que fue histórica aliada del presidente. Cambios sorprendentes por un divorcio impensado en paralelo al fastidio público de Trump con Fox. Las elecciones de medio término y una campaña electoral que puede ser decisiva hacia 2024 comienzan a generar desplazamientos insospechados. Es lo que se advierte entre los demócratas y republicanos que viven pendientes de la cobertura de las grandes cadenas de noticias y de su incidencia en la batalla del poder.
Los últimos días parecen haber confirmado que Joe Biden y Donald Trump se encaminan hacia un renovado enfrentamiento. Sin embargo, los años corren para los dos y los aliados de uno y otro tal vez ya no puedan ser los mismos.
El primer indicio lo dio Ronald Klain, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, hace unos días, cuando decidió amplificar un mensaje de uno de los fundadores del Lincoln Project en contra de la cobertura de la CNN. Se trataba de un misil de Rick Wilson contra la cadena de noticias fundada por Ted Turner por haber criticado un acto en el Biden aparecía rodeado de marines. Era un día importante: Biden estaba denunciando en Filadelfia las amenazas que representaba el trumpismo para la democracia y esperaba contar con la solidaridad de sus amigos. Al contrario, la periodista Brianna Keilar -histórica opositora a Trump- castigó al presidente sin piedad.
Por supuesto, nada de lo que haga el jefe de gabinete de la Casa Blanca es gratuito. Al contrario, forma parte de la estrategia de un Biden que aparece de repente entusiasmado con la campaña y se anima a dar ciertas batallas que antes prefería eludir. Los cañones de la Casa Blanca apuntan contra la CNN desde que un movimiento interno se dio dentro del conglomerado de medios: la llegada de Chris Licht como nuevo jefe y los cambios que provocó su desembarco en la cobertura de noticias. La asunción de Licht en lugar del antitrumpista Jeff Zucker cayó mal en el entorno del presidente.
Hay signos de que la tensión comienza a elevarse. Tantos que el portal Político se anima a hablar por estas horas de ruptura entre dos históricos aliados: «si hubo una luna de miel en la relación mundial CNN-Biden, ahora se acabó», dice una nota firmada por los periodistas Max Tani y Alex Thompson.
La ruptura de la que se habla es producto de la falta de entendimiento. El propio Klain se reunió con el nuevo gerente de la CNN a principios de año en busca de prolongar una convivencia que durante un buen tiempo redundó en beneficios para las dos partes. Pero todo indica que no pudieron ponerse de acuerdo. Claro que Litch no solo tuvo su mano a mano con el jefe de gabinete de la Casa Blanca sino también con el líder republicano de la Cámara de Representantes con el objetivo de cerrar la presencia de los legisladores de la oposición en el canal.
El arribo del nuevo director ejecutivo de CNN coincidió con la salida de figuras mediáticas emblemáticas de la resistencia a Trump. Uno de ellos fue el corresponsal de la cadena en la Casa Blanca, John Harwood, que renunció antes de que finalizara su contrato y fue despedido con elogios por Klain en las redes sociales. A su partida, se suma la muerte del veterano presentador Bernard Show, este jueves, a los 82 años.
Ahora el jefe de gabinete de Biden acaba de darle RT a Rick Wilson, quien decidió bautizar a la CNN como «Diet Fox» después de que una presentadora del canal le preguntara a la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre si Biden se disculparía por llamar a los republicanos «semifascistas».