Beatrice Wood, la verdadera Rose del film Titanic

Igual que Rose, Beatrice fue muy longeva: murió en su casa del valle de Ojai, en California, a los 105 años, a meses del estreno de Titanic. Decía tener un secreto para vivir tanto: “Arte, libros, chocolate y hombres jóvenes”. Cameron llegó a conocerla: “Era encantadora, creativa y muy divertida. En la película, Rose es un reflejo de ella, combinado con otros elementos de ficción”, admitió Cameron, aunque hay quienes sostienen que la imagen de la abuelita que vivió un gran amor a bordo no le llegaba ni cerca a la mujer que fue Beatrice.

Es que cada minuto de la larga vida de Wood fue extraordinario: vio a Claude Monet pintando en sus jardines de Giverny. Fue extra en una obra con Sarah Bernhardt. Tiñó vestidos para Isadora Duncan y aprendió danzas folklóricas con el coreógrafo de Anna Pavlova.

Cameron siempre sostuvo que el primer capítulo de la biografía Wood describe casi a la perfección al personaje que él necesitaba que fuera Rose, especialmente la Rose anciana. Pero ella se negó a ver el resultado final de la película, no fue al estreno de la que hasta 2010, cuando el mismo director estrenó Avatar, fue la película más taquillera de la historia.

Aquel diciembre, él y la actriz Gloria Stuart (la actriz que interpretó a la Rose centenaria y murió en 2010, también a los cien años) fueron hasta su taller de Ojai y le llevaron la cinta para verla con ella. Beato volvió a rechazar la invitación: “Es demasiado tarde en mi vida para estar triste”, se disculpó. Murió apenas dos meses después, a los 105 años.