Claudia Pérez hizo un retrato del crack rosarino que despertó una ola de repercusiones y recuerda cuando estuvo frente a frente con La Pulga y el inesperado pedido de Rodrigo De Paul. “No sé ni cómo llegué, todavía no puedo creer que estoy acá”, es lo primero que dice la artista plástica que viajó hace un mes y medio al país donde se disputará el Mundial 2022 gracias a las extraordinarios retratos que hizo de Lionel Messi y Rodrigo De Paul. Con la humildad que la caracteriza, y el alma de una soñadora resiliente, narra cómo fue el momento en que La Pulga le firmó el cuadro y la emoción de tenerlo frente a frente.
“Retratar a Messi era uno de mis pendientes, pero hay muchas pinturas de él, de artistas súper talentosos, una mejor que la otra”, destaca Claudia. La mayoría elegía la imagen del crack rosarino besando la copa, pero ella tuvo otro enfoque. “Lo vi mirando hacia abajo, acomodándose el brazalete de capitán, con la barba medio de perfil, y me impactó”, sostiene.
Proyectó en su mente cómo replicaría la foto que originalmente era en color, y optó por el blanco y negro para realzar los colores de la camiseta. Jornadas de 8 horas sin parar para reflejar cada detalle, otras de diez, pequeños descansos, frenar para comer una picadita de parada y continuar. Ese fue la rutina durante casi un mes para que se hiciera realidad tal como lo soñó.
“Cuando era joven hacía retratos a lápiz y me especialicé en eso, pero cuando me casé dejé de pintar por varios años por problemas personales”, confiesa. Después de divorciarse se reencontró con el arte, pero implicó volver a empezar de cero, de manera literal. “No tenía nada, ni mesa, ni sillas, ni mucho menos pinceles, y pensé: ‘Sino tengo pincel lo pinto con los dedos y veo si me sale’”, rememora.
“Cuando empecé a pintar al óleo, capaz podría haber comprado un pincel, pero no me solucionaba nada porque necesitaba variedad, y si gastaba 2000 o 3000 pesos en materia prima, era un plato de comida para mi familia, y no sabía si me iba a salir porque era mi primera pintura”, agrega. Es madre de cuatro hijos, y puso todo su empeño para que esa ópera prima fuese un boleto de ida a la vida que quería vivir.